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En los últimos años, un número creciente de venezolanos encontró refugio en Argentina, huyendo de la crisis política, social y económica que atraviesa su país por la dictadura de Nicolás Maduro, quién hace pocos días se autoproclamó nuevamente presidente electo, consolidando un claro golpe de Estado. Para los ciudadanos de Venezuela que hoy residen en Salta la situación sigue siendo una fuente de preocupación ya que temen por la seguridad de sus seres queridos, pero no pierden las esperanzas por el cambió que tanto esperan.
Carlos Landaeta es un venezolano que lleva casi cinco años en Argentina, es uno de los tantos que vio cómo su vida se transformaba tras abandonar su tierra natal. De profesión es ingeniero de mantenimiento industrial y pasó por Perú antes de instalarse en Santiago del Estero, y finalmente en Salta, donde ahora trabaja y participa activamente en la comunidad venezolana.
En cuanto a la situación política en su país, Carlos es claro: "Maduro ha sido un tirano desde el día cero. Aunque el gobierno venezolano ha logrado mantenerse en el poder, el pueblo está harto”, expresó. Es algo que también fue señalado por la comunidad internacional y por eso creen que el cambio está cerca. Para él, la lucha contra el régimen de Maduro no es solo política, sino también una cuestión de justicia y derechos humanos. "Maduro y su grupo tienen miles de casos de daños de lesa humanidad, y la comunidad internacional está tomando acciones", afirmó.
El apoyo a los venezolanos en Salta
A pesar de las dificultades, Landaeta asegura que encontró un apoyo invaluable en Salta. "Nos ayudamos muchísimo entre nosotros, desde compañeros de trabajo hasta personas que cuidan a los hijos de otros", indicó.
Con sus dos hijos adultos en Venezuela, Landaeta sigue luchando por su familia a la distancia. "Mi hija es kinesióloga, mi hijo tuvo que dejar la universidad por problemas económicos, y yo hago todo lo posible para ayudarlos", contó.
El exilio de Carlos
El exilio de Carlos, como el de muchos otros, fue motivado por los problemas políticos y económicos que atraviesa Venezuela. Tras trabajar durante 25 años en una planta termoeléctrica en Caracas, la situación del país lo llevó a buscar nuevos horizontes.
"En Venezuela la situación era insostenible. No alcanzaba la plata, y mi decisión fue salir en 2018, primero hacia Perú, y luego hacia Argentina", explica. Su experiencia en el país no fue fácil, pero la solidaridad de sus compatriotas y la comunidad salteña fueron claves en su integración.
Miedo persistente pero con esperanza
A pesar de las dificultades y el miedo que persiste en muchos exiliados, Carlos Landaeta mantiene la esperanza de un futuro mejor para Venezuela. "La esperanza no se pierde. Creo que se están alineando los planetas para que este sea el año del cambio. No debemos perder la convicción", señaló con firmeza.
La comunidad venezolana en Salta, aunque pequeña en comparación con otras ciudades de Argentina, se unió en diversas convocatorias en apoyo a la oposición venezolana y al presidente electo Edmundo González Urrutia firme opositor al régimen de Maduro.
Concentraciones en Salta para apoyar el cambio
El 9 de enero, se realizó una concentración en la ciudad para expresar su respaldo a la causa. "Aunque la lluvia nos impidió reunirnos más, lo poco que fuimos sentimos un gran apoyo de los salteños", comentó Ladaeta.
A pesar de las dificultades de organizarse en un país lejano, la comunidad venezolana en Salta sigue comprometida con la causa, y la esperanza de un cambio político en Venezuela sigue viva. "Estamos unidos y seguimos luchando con fe y con valor. El cambio está por venir y juntos lo lograremos”, finalizó con emoción.