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La tensión en la Escuela Delfín Leguizamón llegó a un punto límite. Decenas de familias decidieron no mandar a sus hijos a clases en señal de protesta y exigen la renuncia inmediata de la directora Liliana Aramayo y del vicedirector José Díaz. Según los testimonios, los responsables del establecimiento intentaron relativizar o encubrir una serie de episodios que los padres califican como “gravísimos”.
Entre los hechos denunciados, figuran:
* Abusos en los baños escolares que habrían afectado a un niño con discapacidad, quien se negó a regresar a clases tras el episodio.
* Bullying sistemático entre alumnos de sexto grado, con burlas y agresiones permanentes.
* Material pornográfico que circuló en chats de estudiantes sin intervención adecuada.
* Consumo y hallazgo de marihuana en las clases nocturnas del programa BESPA.
“La están protegiendo”
Una madre explicó que decidió no enviar a su hija porque teme represalias de la directora: “Sé que después de lo que ocurrió en estos días, se la va a agarrar con los niños. No entiendo por qué razón la están protegiendo el supervisor y el Ministerio, cuando ya hay denuncias terribles en contra de ella”, sostuvo.
Los padres apuntan directamente contra el supervisor Aldo Aranda, a quien acusan de respaldar a la directora por tener una amistad con ella pese a los reclamos de la comunidad. Según afirman, durante las reuniones con el supervisor y las autoridades del colegio, los hechos fueron minimizados bajo la frase de que se trataba de cosas de la edad.
Reclamo a la ministra
Las familias insisten en que la ministra Cristina Fiore debe tomar cartas en el asunto y desplazar a la actual conducción escolar. “Hasta que la directora no sea reemplazada, nuestros hijos no volverán al colegio”, advirtieron.
El conflicto crece y mantiene paralizada la vida escolar en una institución clave del barrio Boulogne Sur Mer, donde los padres aseguran que no se trata de rumores, sino de hechos concretos que ponen en riesgo a los chicos.