El decreto presidencial por el que se creó el Departamento Federal de Investigaciones (DFI), como cuerpo de élite dependiente de la Policía Federal Argentina (PFA), generó dudas, resquemores y cuestionamientos que Fernando Soto, director Nacional de Normativa y Relaciones con los Poderes Judiciales y Ministerios Públicos, aclaró en diálogo con Radio Salta.
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El decreto presidencial por el que se creó el Departamento Federal de Investigaciones (DFI), como cuerpo de élite dependiente de la Policía Federal Argentina (PFA), generó dudas, resquemores y cuestionamientos que Fernando Soto, director Nacional de Normativa y Relaciones con los Poderes Judiciales y Ministerios Públicos, aclaró en diálogo con Radio Salta.
Nuevo rol
Sobre el nuevo rol que cumplirá la Policía Federal en la frontera norte, dentro de las articulaciones conjuntas enmarcadas en el Plan Güemes y la Operación Roca, el funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación, precisó que "seguirá actuando en colaboración con otras fuerzas allí desplegadas", como Gendarmería y la Prefectura Naval, "pero no será una función de control de fronteras, sino de investigación del crimen organizado".
Soto remarcó en los bordes fronterizos argentinos con Bolivia, Paraguay y Brasil "operan diversas bandas, muchas internacionales, con ramificaciones hasta con el Hezbollah".
En este punto, hizo notar que el año pasado en Formosa se detectó el envío de una remesa de 5 millones de dólares al citado grupo terrorista islámico. "Estamos hablando de una necesidad de investigación que hoy no se tiene", recalcó, en referencia a las grietas que busca cerrar una fuerza especializada en la investigación de organizaciones criminales.
El funcionario nacional hizo notar que hoy, a diferencia de lo que ocurría en décadas que quedaron lejanas, hay un crimen organizado transnacional que es multirrubro: "No solo es terrorista, sino que también vende drogas y se financia cometiendo delitos de diversas índoles", enfatizó, en referencia a la trata, la explotación sexual infantil, el gran contrabando, secuestros, sicariato y lavado de activos.
Cuerpo de elite
"Resulta imprescindible un cuerpo altamente especializado y a eso se apunta en Argentina con el nuevo Departamento Federal de Investigaciones, que incorporará expertos, peritos, profesionales y gente especializada en seguridad. A mí -resaltó- me llegaron muchos currículos de gente muy prestigiosa, interesada en sumarse a esta nueva Policía".
Soto señaló que Argentina tiene dos leyes, la de seguridad interior y la de inteligencia, con encuadres de funciones distintas. "La Policía hace un trabajo de campo, que no hacen los servicios de inteligencia. Patrulla las calles y si ve un delito, interviene. Hace tareas de prevención que no hacen los organismos de inteligencia. Ambas tareas se complementan, pero son distintas y tienen regulaciones legales distintas". Con esta aclaración, el funcionario nacional reiteró que el DFI será incorporado a la Policía Federal como "un cuerpo especializado para investigar exclusivamente al crimen organizado". Hizo notar, además, que la PFA seguirá al frente del servicio de custodias que tiene confiado en sedes judiciales federales, embajadas y dependencias gubernamentales.
Soto adelantó que el DFI tendrá una redoblada presencia en las zonas de frontera, especialmente en las del norte del país, "donde claramente tenemos el mayor ingreso de droga y de contrabando, pero ahora también hay narcotráfico en la Patagonia y en la frontera con Chile, con droga que va y viene", apuntó.
"El ciberpatrullaje ya existe y no es ilegal"
Sobre las preocupaciones y cuestionamientos que levantaron las disposiciones contenidas en el decreto presidencial con respecto a los "ciberpatrullajes", Soto sostuvo que esa expresión no debería prestarse a recelos ni interpretaciones capciosas. "El ciberpatrullaje es algo que las policías de todo el país vienen haciendo desde un largo tiempo. Para que la gente entienda: Los patrulleros, transitan las calles y los policías que recorren veredas para prevenir delitos, no ingresan a una casa, negocio ni propiedad privada alguna si no tienen una orden de allanamiento judicial. Excepcionalmente podrían ingresar si un inmueble se está incendiando o se pide el auxilio de la Policía. En el ciberespacio, en internet, es lo mismo. Van buscando, recorriendo sitios que son abiertos, redes sociales en la que muchas veces, deliberadamente, se hacen públicos determinados contenidos. De hecho, cada día en todo el país la Policía Federal y otras fuerzas de seguridad realizan búsquedas en Facebook, porque delincuentes suben fotos de sus armas, de cosas que robaron y hechos aberrantes. Esas búsquedas no son distintas al patrullaje de las calles y su finalidad preventiva. No se viola ningún derecho, ninguna garantía, ni se invade la privacidad. Se hace desde hace mucho tiempo, solo que ahora ha quedado establecida su regularización", describió Soto, y agregó que en el texto legal está "claramente expresado cómo debe hacerse (el ciberpatrullaje) sin afectar ningún derecho ni garantía".
El funcionario de Seguridad de la Nación destacó que "todos los días en Europa, Estados Unidos y aquí también se descubren patrullando el ciberespacio delitos aberrantes de explotación sexual infantil. Y nosotros nos enteramos la mayoría de las veces porque nos los informan desde Estados Unidos o desde Europa. Por eso necesitamos una fuerza especializada".