¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
14°
14 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Adiós a monseñor Cipriano García Fernández

Jueves, 14 de agosto de 2025 00:58
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cipriano obispo fue el segundo prelado de Cafayate, sucediendo en el cargo a monseñor Diego Gutiérrez Pedraza, primer obispo que fundó la Prelatura en el Valle Calchaquí en 1969, llegando a estas tierras con un nutrido grupo de sacerdotes de la orden de San Agustín, una delegación proveniente de España.

El obispo García Fernández o padre Cipriano llegó en el primer desembarco de agustinos y dirigió la vida pastoral de la iglesia vallista durante 16 años, para dejar lugar, cumplido sus 75 años a monseñor Mariano Moreno y luego al padre Demetrio Jiménez Sánchez Mariscal, ambos ya fallecidos. Nacido en Madrid, España, donde hace un mes fue llevado de regreso, y ayer, falleció a los 93 años.

Cipriano fue formando el nuevo clero secular con sacerdotes que emergieron de las mismas tierras del Valle Calchaquí y otros venidos de diferentes provincias argentinas. Su labor pastoral no se limitó a construir nuevos templos, y velar por la doctrina y la vida espiritual de la gente, tampoco a la preservación del rico patrimonio histórico de sus templos y edificaciones. Sino que luchó incansablemente por los derechos de los trabajadores y pequeños productores de uva y la defensa de los derechos humanos.

Fue responsable de Cáritas a nivel nacional en los años 90 dentro de la CEA. Allí se quejó de que por cada peso que salía de la Nación, sólo llegaban 10 centavos a las manos de cada pobre. La mayoría de lo disponible en recursos se lo llevaba la burocracia del estado argentino. Trabajó en la construcción de viviendas dignas con los programas provinciales durante el gobierno del doctor Juan Carlos Romero. Monseñor Cipriano pedía viviendas amplias, al menos con tres dormitorios y no solo dos como era la costumbre, decía, "uno para el matrimonio, otro para los niños y otro para las niñas...", sobre todo porque la mayoría de las familias en la región eran familias numerosas. Su firmeza con los valores y la amabilidad de trato ganaron el respeto de los pobres y los ricos, de los gobernantes en los diferentes períodos políticos.

Según nos comenta el padre Luis López del clero vallisto y párroco de San José en Santa María, el lema episcopal de monseñor García Fernández fue "Me Desgastaré por Vuestras Almas", algo que cumplió plenamente con todos los pueblos del Valle Calchaquí y de Antofagasta de la Sierra. El padre Luis López fue el último sacerdote secular o del clero autóctono ordenado por monseñor Cipriano. Lo recuerdo como aquel hombre, que con su sotana negra, caminaba a la vera de la ruta 68, cayendo la tarde, cerca de la alameda rezando el rosario en soledad. Era su momento de silencio y espiritualidad en el ruidoso Cafayate. Y también lo recuerdo en los rosarios del aurora desde las 6 de la mañana por las calles cafayateñas durante todo el mes de octubre, seguido por una multitud de fieles, gente mayor, jóvenes y niños madrugadores.

Un hombre de Dios que nunca sacó los pies de la tierra y la mirada misericordiosa a todos los hombres y mujeres que le fueron encomendados. Gastó sus zapatos caminando a lo largo del Valle y allí quedarán para siempre sus huellas y los girones y retazos de las sotanas gastadas de tanto andar. Descanse en paz padre Cipriano, y desde el cielo siga velando por cada uno de nosotros y de los pobres y enfermos.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD