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La difusión de casos de salteños que quedaron sin pensión por discapacidad comenzó a dar resultados. Uno de ellos es Alberto Salvatierra, quien perdió ambas piernas y un brazo en un accidente en 1992, y cuya situación fue expuesta por El Tribuno días atrás. Este viernes, recibió la confirmación de que la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) levantó la suspensión del beneficio que constituía su único ingreso estable.
“Esta mañana me informaron desde Buenos Aires que levantaron la suspensión a mi pensión y que voy a poder cobrar entre lunes y martes. Muy contento por eso y agradecido con todas las personas que me ayudaron de una u otra manera”, expresó Salvatierra en diálogo con El Tribuno.
Durante las últimas semanas, su caso generó repercusión y múltiples muestras de solidaridad. Gracias a la difusión en los medios, logró obtener un turno médico en el Hospital San Bernardo para reunir la documentación que le solicitaron. “En cuanto tenga todo, voy a mandar los papeles a Buenos Aires para quedarme tranquilo y que no vuelvan a suspenderme la pensión. Esto no es un lujo, es vivir dignamente”, señaló.
El hombre, que se gana la vida realizando pequeños oficios como arreglar pelotas de fútbol y que además dirige un equipo barrial, agradeció especialmente a los medios y a su entorno familiar por haber visibilizado su historia: “Ojalá que esto sirva para que otros no tengan que pasar por lo mismo”.
Más casos aún esperan respuestas
A pesar de este avance, la situación sigue siendo incierta para otros beneficiarios en Salta. Entre ellos se encuentra María Ochoa, de 66 años, con retraso madurativo desde la infancia, que vive sola en barrio Juan Manuel de Rosas. Hasta la suspensión, su pensión le permitía cubrir alimentos, medicamentos y pagar los servicios básicos.
Otro caso es el de Víctor Ruiz, referente del deporte adaptado en la provincia, capitán del equipo de básquet en silla de ruedas de la Asociación de Lisiados de Salta (ALSA). Víctor padece poliomielitis desde pequeño y depende de la pensión para sostener su vida cotidiana y su compromiso con el deporte inclusivo.
Ambos esperan aún una respuesta favorable de las autoridades, en medio de un proceso de revisión de beneficios que generó gran preocupación en la comunidad de personas con discapacidad.