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10 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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Historias de peregrinos que llevan el Milagro en la piel y en sus corazones

La historia de Elena Siquila que camina, desde la Puna salteña, con la fe en los Santos Patronos que le curaron y salvaron a su hijo. 
Miércoles, 10 de septiembre de 2025 14:23
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Elena Siquila parte esta noche, desde San Antonio de los Cobres, hacia la Catedral del Señor y la Virgen del Milagro. 

Ella comenzó a peregrinar hace más de 12 años y su historia es como tantas otras que se escuchan en esta semana de milagros que caminan hacia nuestra ciudad de Salta. Lo inexplicable de la fe mueve las montañas y cura a los enfermos; no hay lógica ni ciencia y sólo nos quedamos con los relatos de los fieles devotos que sienten en su piel el Milagro salteño.

"Yo peregrino antes que nada, en agradecimiento a todo lo que tengo y soy. Le doy gracias al Señor y la Virgen del Milagro. Y después, principalmente, sería por la vida que le regaló a mi hijo. A él la pasaron varias cosas de salud y nuestros patronos me lo curaron", dijo Elena.

Cualquiera se da cuenta que a Elena le cuesta hablar de lo mal que estuvo su hijo Lautaro. Cuando él nació tuvo un problema de salud, algo no andaba bien en su corazón. Había un malestar al que los médicos no le hallaban solución. Adolescente ya siempre tenía el indicio del sangrado de su nariz. Elena probó de todo y no había explicación alguna. 

Es por eso que hace 12 años decidió caminar para pedir el Milagro. Elena se largó a peregrinar porque ya no tenías más esperanza. Los médicos le habían dicho que no tenían nada más que hacer. Eran tiempos en que no venía la gente tan masivamente y no tenían tanta ayuda, tanta compañía ni la asistencia de la gente solidaria que está al costado del camino.

"Yo lo veía muy mal así que decidí salir a caminar para pedirle a Dios por mi hijo. Eso fue hace 12 años y caminé para que se cure. Lo más extraordinario es que él decidió salir conmigo. Yo primero dudé porque antes no había todo el acompañamiento que hay ahora; nosotros salimos solos. Caminamos, nos costó demasiado, en ese entonces le sangraba mucho su nariz. Gracias a Dios, llegamos juntos a la Catedral. Ahí se produjo el Milagro: cuando llegamos, él estaba sano. De ahí en más comenzamos a caminar todos los años. Hacemos lo que sea, pero vamos. Yo, por ejemplo, ahora me tocaría estar trabajando. Pero no me importa nada y venimos a peregrinar", contó Elena.

Además de Lautaro, Elena tiene a Yohana y Gastón. Es una mujer con tres hijos que trabaja como operadoras de maquinaria pesada. Es salteña, oriunda de Tolar Grande; y es la única mujer que maneja tremendos equipos.

Lautaro tiene hoy 25 años y se puede llegar a decir, sin temor a que se ofenda, en que está vivo de milagro. Hace dos años, hace dos agostos, el chico sufrió un accidente terrible a bordo de una camioneta en los complejos caminos de la Puna. Lautaro se volvió a salvar de milagro porque el vehículo quedó destruido y lo único completo que quedó fue el joven hijo de Elena.

"Ese accidente que fue un 14 de agosto y me marcó la vida. Yo no podía creer como Lautaro salió con vida de ese accidente", dijo la minera.

"Por eso digo que caminamos en agradecimiento. Pero ahora agregamos, para este año, con todo el esfuerzo de mí, de mi hijo, de mis hermanos, la entrega de comenzar dar un almuerzo a los peregrinos mineros en Incachuli", contó.

Toda la familia de Elena entonces da de comer un almuerzo para 300 peregrinos mineros. Es un trabajo intenso que ya lo hicieron, que srivieron arroz con pollo, con jugo, sopa y postre. "Fue un trabajo impresionante de cansador, pero todo se hace en base de agradecer. Damos gracias por lo que somos, por lo que tenemos, por la salud de mis tres hijos y de toda la familia", explicó. 

Lo que viene

Para quien la quiera ver, Elena viene con una imagen de la Virgen de Lindero, que es la Santa Patrona de los trabajadores mineros. Sí, camina con una virgen a cuesta bajando desde las alturas de los Andes salteños.

"Yo no sé hasta cuándo podré caminar, pero lo que sí sé es que estaré eternamente agradecida al Señor y a la Virgen del Milagro por haber cuidado de mis hijos y de mi familia; especialmente de Lautaro", concluyó llorando Elena Siquila.

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