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24 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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"Los docentes tenemos la obligación de enseñar que en El Gallinato desaparecían y dinamitaban a personas"

A 49 años de la masacre de septiembre de 1976, la Intendencia de La Caldera y la Mesa de DDHH de Salta realizaron los actos de la memoria con la presencia de la escuela local.
Miércoles, 24 de septiembre de 2025 14:50
Fotografías: Antonio Gaspar.
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A 49 años de la Masacre de El Gallinato, las organizaciones de derechos humanos de la provincia siguen apostando al trabajo de la Memoria en las escuelas. 

Esta mañana recordaron a las víctimas de los operativos del terrorismo de Estado realizado entre la madrugada del 24 y la mañana del 25 de septiembre de 1976, donde secuestraron, desaparecieron, en la ciudad de Salta; y luego dinamitaron a esas personas en el paraje El Gallinato, perteneciente al departamento La Caldera, a 17 km sobre la ruta nacional 9.

Hoy se realizaron las actividades en el sitio de la memoria ubicado en el cruce entre ruta nacional 9 y ruta provincial 11, en la organización estuvieron la Intendencia de La Caldera, su Concejo Deliberante y contó el apoyo de las organizaciones de la Mesa salteña de DDH, más la Liga Argentina por los DDHH y la Asociación Miguel Ragone.

Los discursos se viene repitiendo desde hace muchos años y las consignas se siguen cantando. Los pedidos de un mundo mejor, con más derechos y menos violencia los vienen manteniendo desde que antes que desaparecieran las víctimas del horror; es decir que se sigue con los mismo reclamos por casi medio siglo.

En esa insistencia hasta quizás tautológica, aparecen nuevas esperanzas. En el acto estuvieron presentes las maestras y los estudiantes de la escuela 4118 "Gustavo Martínez Zuviría", del paraje El Gallinato.

"Yo pregunté por qué no estábamos invitados los de la escuelita", dijo la directora Eva Erazo. La Mesa de DDHH de Salta y la Intendencia no habían tenido en cuenta a la escuela ubicada a 5 km del sitio de la memoria. Nadie podría decir que es por alguna mala razón, simplemente no se acordaron.

La seño Eva llamó a la Intendencia, a las organizaciones de DDHH, ellas le dieron excusas o razones, pidieron las disculpas corresopndientes y la invitación formal llegó; como para que no haya ningún reclamo a nivel Supervisión.

"Yo primero les pregunté a los chicos si querían estar en el acto: es como si en la casa hubiera un cumpleaños o hubiera muerto alguien y no me inviten. Los chicos dijeron que sí quería estar", contó Erazo.

Fotografía gentileza Eva Erazo.

Las docentes ya vienen trabajando los contenidos curriculares de Verdad, Memoria y Justicia. La escuela tiene matrícula de 8 niños y trabajan en total 7 docentes. Es una escuela albergue, con jornada completa y con docentes de áreas especiales en inglés, educación física, itinerantes. Eva Erazo se encarga de Nivel Incial y Daniela Olarte del resto y están en la institución de lunes a viernes.

"En un acto de homenaje tan importante. Nosotros trabajamos lo que pasó con nuestros trabajadores, con el delegado de fábrica, con los militante. Trabajamos la Masacre de El Gallinato por la cercanía por lo que nos pareció muy significativo traer a los estudiantes que tengo, de primer grado a séptimo, a que en vivo y en directo escuchen las voces de los familiares, de los nietos, de los hijos, de los que padecieron a sus familiares. Entonces para mí es un aprendizaje con mayúsculas. En vez de tenerlos en el aula explicando lo que pasó en El Gallinato en 1976, vienen, escuchan y les va quedando en la memoria, en el aprendizaje. Los contenidos de Memoria son algo que, como docentes, tenemos la obligación de enseñar; no es cuestión de que me guste o no me guste. Los niños tienen el derecho de conocer. De saber que acá dinamitaron a gente, que acá desaparecieron a personas, que acá también se escribió historia y que debemos conocerla", definió la seño Erazo.

Casualidades

"La experiencia, la educación, la juventud, la escuela son importantes", dijo el intendente local Diego Sumbay en su discurso corto y contundente. Recordó que Nora Leonard, referente de los DDHH en Salta, fue su profesora de Formación Cívica y que los mandaba a los partidos político a hacer entrevistas. Le agradeció el "haber sembrado ese interés por la política".

"Lo importante de esta anécdota es que se sembró en mí el interés por la política, por la realidad social, y creo que eso es lo que tenemos que inculcar los que estamos al frente de alguna institución hacia las nuevas generaciones. No debemos olvidar lo que ha pasado, no debe quedar como un hecho histórico o como un museo. Debe quedar como un pensamiento, un ideal que no muere, que se mantiene vigente. Porque ese es el compromiso nuestro de las generaciones actuales, es mantener viva el compromiso, las convicciones de las personas que lucharon por un mundo mejor", dijo Sumbay emocionado.

 

Los hechos

Septiembre de 1976 fue un mes cruento en la provincia de Salta como ya lo había sido agosto en aquel primer año de dictadura. Entre el 24 y 25 de septiembre de 1976 fueron secuestradas las docentes universitarias Silvia Benjamina Aramayo y Gemma Ana María Fernández Arcieri de Gamboa; su marido, Héctor Domingo “Guilo” Gamboa; Daniel Loto Zurita y el estudiante universitario Carlos Estanislao Figueroa Rojas. Y fue asesinado el estudiante de secundaria Martín Miguel Cobos.

Además de la simultaneidad, estos casos comparten la falta de investigación policial, y el desinterés del entonces juez federal Ricardo Lona para aceptar los recursos que los familiares elevaron en procura de dar con ellos: el modus operandi de la represión terrorista.

Algunos de los secuestrados esa noche fueron asesinados días después en el abra El Gallinato, a 17 kilómetros de la ciudad de Salta, por la ruta nacional 9, que comunica con la provincia de Jujuy. El Gallinato ya está señalizado como lugar de exterminio y se convirtió en un sitio para conversar y reflexionar sobre el ejercicio de la política, en estos tiempos en que la violencia vuelve a ganar presencia en el discurso público.

 

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