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Con profundo fervor religioso y un marcado espíritu de unidad, más de 3.000 fieles participaron de la Peregrinación Azul que, como cada año, tiene a la familia policial como protagonista. La caminata comenzó lla noche del domingo, alrededor de las 20 horas, en El Carril, y tras recorrer kilómetros en oración, la columna de devotos llegó el lunes en horas de la mañana a la Catedral Basílica.
Allí los esperaba una ceremonia cargada de emoción: el Vicario Episcopal, Marco Cepeda, les impartió una bendición especial antes de que ingresaran en procesión al interior del templo. Con banderas, imágenes y cantos, los peregrinos rindieron homenaje al Señor y la Virgen del Milagro, en el marco de una de las manifestaciones de fe más importantes de la provincia.
Entre los presentes se encontraban el ministro de Seguridad y Justicia, Gaspar Solá Usandivaras, el secretario de Seguridad, Nicolás Avellaneda, el jefe de Policía, Diego Bustos, y el subjefe, Walter Toledo, quienes acompañaron la marcha y destacaron el compromiso que desde hace 11 años sostiene la comunidad policial al participar de esta peregrinación.
“Este es un gesto de fe que fortalece a nuestra institución y a nuestras familias”, señaló el ministro, quien remarcó el valor espiritual de esta caminata que trasciende lo religioso para convertirse en símbolo de unión y compromiso.
Un operativo especial
La Peregrinación Azul se enmarca en las celebraciones del Milagro 2025, que convoca a miles de fieles de toda la provincia y el país. Para garantizar el normal desarrollo de las actividades, la Policía de Salta despliega un amplio operativo de seguridad, que contempla varias fases:
* Acompañamiento y asistencia a los distintos grupos de peregrinos,
* Cobertura preventiva en puntos estratégicos del micro y macrocentro,
* Controles en corredores comerciales y bancarios durante la Novena.
El dispositivo se intensificará el 15 de septiembre, día de la procesión central, cuando más de 5.000 efectivos trabajarán en las calles para custodiar a los fieles durante el recorrido de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.
De esta manera, la familia policial no solo se convierte en protagonista de la devoción salteña a través de su marcha de fe, sino también en garante de la seguridad de los miles de peregrinos que año tras año renuevan su pacto con el Milagro.