Las quejas del movimiento de los indignados “son legítimas”, pero los recortes y reducciones presupuestarias son “indispensables” para superar la crisis, afirmó ayer la Unión Europea (UE).
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Las quejas del movimiento de los indignados “son legítimas”, pero los recortes y reducciones presupuestarias son “indispensables” para superar la crisis, afirmó ayer la Unión Europea (UE).
“Las preocupaciones de esos jóvenes sobre el crecimiento y el empleo son totalmente legítimas. Pero nuestra responsabilidad es afrontar este periodo impopular para salvaguardar un futuro mejor”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy. “Entendemos que las medidas adoptadas no son populares. Pero son indispensables para salvaguardar el futuro”, insistió.
Masivas marchas se realizaron en más de cien ciudades del mundo, el sábado pasado, en contra de la crisis y el sistema financiero mundial, organizadas por movimientos de “indignados”, un clamor que se inició el 15 de mayo pasado en España.
El presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, coincidió con su colega. “Entiendo muy bien la frustración y la indignación de tanta gente”, comentó Durao Barroso, para quien este “movimiento mundial es el resultado de lo que ha ocurrido en el sector financiero. Algunos de los comportamientos que hemos visto en el sector financiero fueron completamente irresponsables y a veces de naturaleza criminal”, criticó el portugués, para luego reclamar a los bancos que respeten “los estándares éticos y que hagan una contribución más justa al bien común”.
“Sería irresponsable no seguir con la consolidación fiscal en la mayoría de nuestros Estados miembros, porque parte del problema es el resultado de estos desequilibrios en términos de deuda y competitividad”, avisó Durao Barroso. Y lanzó una elíptica crítica a los “indignados”, al afirmar que “la indignación por sí misma no es la solución”, y recalcó que en la CE se está trabajando “ para que la indignación no quede sin respuesta”.