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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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En los 80 dos buzos vieron un extraño ser en el dique

Sabado, 31 de diciembre de 2011 09:36

El excomisario y perito criminólogo Roberto Medina (74), aseguró ayer a El Tribuno que en los años "80 fue convocado de urgencia por la Policía Lacustre, después de que dos buzos de la Armada que realizaban mantenimiento en las turbinas del dique Cabra Corral, denunciaran la existencia de una serpiente de dimensiones monstruosas en las profundidades cercanas al muro de contención de la presa, motivo por el cual el equipo naval, contratado por una empresa privada checa, abandonó la tarea.

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El excomisario y perito criminólogo Roberto Medina (74), aseguró ayer a El Tribuno que en los años "80 fue convocado de urgencia por la Policía Lacustre, después de que dos buzos de la Armada que realizaban mantenimiento en las turbinas del dique Cabra Corral, denunciaran la existencia de una serpiente de dimensiones monstruosas en las profundidades cercanas al muro de contención de la presa, motivo por el cual el equipo naval, contratado por una empresa privada checa, abandonó la tarea.

“No, no haremos más inmersiones, no tenemos seguridad”, dijeron los submarinistas al retirarse junto con sus sofisticados equipos, que incluían escafandras de bronce y toda la ingeniería para adentrarse en grandes profundidades.

“Me llamaron para que realice el algo así como el "identikit' de lo que habían visto. Se trataba, recuerdo, de un relato que no llegué a escuchar a pleno, aunque parte de él ya estaba asentado en el sumario recibido por la policía. La versión dada por los buzos tácticos, hablaba de una serpiente de unos ocho metros de longitud, con una cabeza como un zapallo de los grandes”, afirmó.

“Los muchachos estaban asustados y no quisieron dar demasiadas explicaciones, sólo adujeron razones de seguridad para no sumergirse nuevamente. Con esos datos, que incluían una cabeza con protuberancias marcadas, estaba por trabajar sobre el asunto, consultando bibliografía y libros sobre la fauna autóctona. Sin embargo, sorpresivamente recibí una contraorden en la que se me decía textualmente que abortara la investigación. Por ese entonces gobernaban los militares (Roberto Augusto Ulloa en Salta) y lo que venía de arriba no se discutía”, afirmó sin dilaciones.

“Hoy -continuó el exoficial-, después de varios días de seguir la historia que publica vuestro matutino sobre los avistajes y filmaciones de un monstruo en el dique, decidí contar lo que me tocó vivir a mí. Estuve a punto de reconstruir a través del relato y mediante dibujos un secreto de las profundidades, pero alguien se opuso”, y meneó la cabeza. “¿Por qué me mandaron a callar?: La razón es simple: en mi breve trabajo en la zona, rescatamos cuatro cadáveres arrojados con pesas de cemento al fondo. Si la historia del monstruo se difundía por entonces, habrían venido investigadores extranjeros y habría salido a luz una verdad más terrorífica aún”, concluyó Medina.

 


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