Churito cuenta que los servicios del comedor comunitario de la Villa son discontinuos, por lo que las familias mandan sus niños a comer a la escuela, aunque no tengan edad escolar. “De una currícula de 600 chicos, hoy les servimos comida a más de 700”, agrega Mary, quien es cocinera del establecimiento.
inicia sesión o regístrate.
Churito cuenta que los servicios del comedor comunitario de la Villa son discontinuos, por lo que las familias mandan sus niños a comer a la escuela, aunque no tengan edad escolar. “De una currícula de 600 chicos, hoy les servimos comida a más de 700”, agrega Mary, quien es cocinera del establecimiento.
La directora, Delia Elena Rallé, señala que “es imposible negarles la mesa”, en un cuadro social que se agrava por la mala alimentación. Se provee desayuno, almuerzo y merienda, manteniendo los índices nutricionales establecidos por la Provincia para alumnos de escuelas públicas. Los gasoductos que atraviesan el barrio hacen imposible la colocación de un sistema de cloacas y gas.