La madre de Solange Grabenheimer aseguró ayer que los jueces eran unos cobardes por no haber condenado a la amiga de su hija, Lucila Frend, y deseó que esta joven “no vuelva a matar a nadie. Los jueces son unos cobardes, por eso tenemos tantos asesinos sueltos”, expresó Patricia Lamblot, entre lágrimas, al retirarse de los tribunales de San Isidro. “Lo único que pido es que (Lucila) no vuelva a matar a nadie”, dijo la mujer, acompañada de su abogado Roberto Damboriana. Lamblot también criticó a Lucila, al considerar que al momento de escuchar la sentencia “parecía que venía al debut de una película, estaba lo más contenta y feliz”.
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La madre de Solange Grabenheimer aseguró ayer que los jueces eran unos cobardes por no haber condenado a la amiga de su hija, Lucila Frend, y deseó que esta joven “no vuelva a matar a nadie. Los jueces son unos cobardes, por eso tenemos tantos asesinos sueltos”, expresó Patricia Lamblot, entre lágrimas, al retirarse de los tribunales de San Isidro. “Lo único que pido es que (Lucila) no vuelva a matar a nadie”, dijo la mujer, acompañada de su abogado Roberto Damboriana. Lamblot también criticó a Lucila, al considerar que al momento de escuchar la sentencia “parecía que venía al debut de una película, estaba lo más contenta y feliz”.
“Lo que no puedo entender es por qué ella estaba tan feliz cuando entró a esperar la sentencia”, se preguntó.