El defensor del camionero catamarqueño, Santiago Pedroza, sostiene que no surgen razones que justifiquen que su cliente haya asesinado a Esper. “¿Por qué lo habría hecho?”, es su pregunta.
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El defensor del camionero catamarqueño, Santiago Pedroza, sostiene que no surgen razones que justifiquen que su cliente haya asesinado a Esper. “¿Por qué lo habría hecho?”, es su pregunta.
Lo que está claro es que Suárez, habitué de páginas web para gays, no tuvo relaciones con el muerto, pese a que mantuvo un incesante tráfico de mensajes eróticos con él. La querella cree que la noche fatal ocurrió algo: que el asesino descubrió una gran cantidad de dinero -cerca de $70.000 o más- que el docente guardaba para hacer un viaje a Cuba, y a partir de allí realizó un cambio de planes.
El departamento del occiso fue virtualmente dado vuelta. Quien estuvo allí no dejó resquicio sin revisar.