Mientras Francois Van Der Merwe, flamante presidente de la Asociación Internacional de Productores de Tabaco, se reunía con un grupo de productores de diferentes países en una especie de mesa chica, la sensación reinante en el salón del hotel era unánime: “No bajará el consumo atacando la producción”. Indudablemente, los representantes de organizaciones de productores de tabaco de doce países, empezaban a cerrar la última página de las jornadas que se realizaron en Salta durante dos días, para empezar a mirar a Seúl, donde en noviembre la OMS (Organización Mundial de la Salud) decidirá el futuro de la producción tabacalera mundial.
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Mientras Francois Van Der Merwe, flamante presidente de la Asociación Internacional de Productores de Tabaco, se reunía con un grupo de productores de diferentes países en una especie de mesa chica, la sensación reinante en el salón del hotel era unánime: “No bajará el consumo atacando la producción”. Indudablemente, los representantes de organizaciones de productores de tabaco de doce países, empezaban a cerrar la última página de las jornadas que se realizaron en Salta durante dos días, para empezar a mirar a Seúl, donde en noviembre la OMS (Organización Mundial de la Salud) decidirá el futuro de la producción tabacalera mundial.
Momento antes, el gobernador Juan Manuel Urtubey había coincidido con los postulados de la declaración firmada por los 23 representantes de distintos países, en el sentido de darle sustentabilidad a una de las principales actividades productivas. “Estoy planteando la defensa de una actividad que es orgullo para la provincia”, afirmó, para agregar “tenemos uno de los producto bruto per capita más bajo de la media nacional y la única forma de enfrentar esa realidad es con mayor trabajo; nuestro socio estratégico es el tabaco”, enfatizó.
Al término de la reunión que se desarrolló en Salta se emitió una declaración que abarcó la mayoría de los temas que se debatieron durante los dos días.
En uno de los puntos del documento, que convocó a especialistas y productores de distintos países, se consideró grave el desconocimiento de la OMS en obligar a los productores a dejar el cultivo de tabaco, estimando que esta medida logrará reducir el consumo de productos de tabaco. Fundamentan esta posición por cuanto 5 de los 8 principales países productores de tabaco del mundo no son signatario del CMCT (Convenio Marco para el Control del Tabaco) y que, en consecuencia, dichas medidas les serán imponibles, lo que significa que la reducción de producción en algún país será simplemente compensada por un aumento equivalente en otro. “Si baja la producción en Brasil, aumentará en Argentina y en otros países”, destacó un productor.
Por su parte Antonio Abrunhosa, director ejecutivo del ITGA, argumentó que los que van a tratar el tema en noviembre en Seúl son especialistas en salud y no saben nada de agricultura. “Queremos que nos representen especialistas de países como Argentina que tienen amplia experiencia en este problema”, sostuvo.
Estrategia
Un claro ejemplo de inclusión productiva con préstamos a otras actividades es la estrategia aplicada por la Provincia de Misiones, y que llamó la atención durante el panel que presentó la visión de funcionarios de otras provincias. En una manera de acelerar la reconversión productiva, con un aporte del FET de $20 millones, más otros $40 millones que pone la Provincia y otras entidades, se dispone de un fondo destinado a apoyar emprendimientos de otras actividades productivas, no necesariamente vinculadas al tabaco.