La tranquilidad empezó a rondar la atmósfera de Central Norte, no solo por la mejoría en la performance deportiva, sino también porque el presupuesto mensual que manejan los directivos azabaches está momentáneamente en orden.
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La tranquilidad empezó a rondar la atmósfera de Central Norte, no solo por la mejoría en la performance deportiva, sino también porque el presupuesto mensual que manejan los directivos azabaches está momentáneamente en orden.
A principios de torneo los dirigentes confeccionaron un presupuesto de 450 mil pesos mensuales. La apuesta para conformar un plantel competitivo fue enorme, porque para mantener estable la económica del cuervo en cada presentación de local debían vender unas 5 mil entradas.
En el debut de Central frente a Sportivo Belgrano las expectativas se acercaron mucho a lo esperado, ya que se vendieron 4.337 tickets, una cifra aceptable para los encargados de administrar el club.
Luego, debido a la inesperada goleada en el debut (1-4), el panorama desmejoró para el cuervo, y ante Alumni de Villa María solo 1.965 personas abonaron.
La baja concurrencia de público empezó a preocupar a los dirigentes, que esperaban ansiosos el superclásico con Juventud Antoniana para estabilizar la economía, que por desgracia se hizo esperar por un partido suspendido y desvirtuado. El próximo reto fue Racing de Córdoba, partido que contó con 2.379 almas.
La soga apretaba el cuello en el cuervo y, para colmo de males, en el partido más esperado, el clásico suspendido, habían ingresado 12.249 personas.
Por ahora el presupuesto está controlado. Luego de enfrentar al santo se estabilizo y quedó un margen a favor, ya que Central le prestó $ 80.000 a Juventud, dinero que asegura solidez económica, al menos por un tiempo más.