En los últimos seis años, en Orán proliferaron los asentamientos, varios de ellos hoy regularizados, otros en trámite de regularización y otro tanto sin regularizar.
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En los últimos seis años, en Orán proliferaron los asentamientos, varios de ellos hoy regularizados, otros en trámite de regularización y otro tanto sin regularizar.
La ciudad tiene el asentamiento más grande de la provincia, el Néstor Taranto con 24 manzanas, según datos del Concejo Deliberante oranense. Ese asentamiento está en vías de regularización junto al Kudsen, Juventud Unida, San Juan, Estación y Caballito.
Sin regularizar están las familias que se ubicaron en Mitre, Vialidad, Ferrocarril, Lapacho, final de calle Alvarado, Libertad, 2 de Abril y 6 de Enero.
Y están regularizados Estación, Milagro y Balut y parte de Caballito.
Canchas en la mira
En las últimas semanas se vivió gran tensión entre vecinos de distintos barrios donde las canchas de fútbol son un blanco fácil para los okupas.
El último ocurrió el sábado pasado en el barrio Patrón Costas, al sur de la ciudad, donde la policía impidió que doce familias se asentaran en el lugar.
Una tercera cancha ubicada sobre la calle Yrigoyen al 900, fue cercada por los vecinos para evitar que se produzca el ingreso de gente.
Encuestas
El Tribuno realizó un relevamiento en seis asentamientos y los resultados revelan cifras interesantes.
Sólo el 20% de las familias encuestadas tiene menos de siete integrantes, que habitan en una misma casa o lote. En el resto de los casos superan holgadamente esa cifra de miembros.
El sondeo reveló, además, que la mayoría de las familias están integradas por 5 o más hijos menores de edad, a los que se suman ancianos en el 40% de los casos.
De los encuestados sólo cerca del 10% declaró contar con un trabajo formal, mientras que el resto dijo desempeñarse como changarines, empleadas domésticas o temporarios. En todos los casos dijeron contar con beneficios sociales, entre ellos Asignación Universal por Hijo, jubilaciones y pensiones.
El 90% admitió haber usurpado los terrenos, mientras que sólo un 10% los compró. La mayoría contó que ocupan terrenos ilegalmente por la imposibilidad de afrontar el pago de alquileres y no tener trabajo estable. El 70 por ciento procede de otros barrios pobres de la ciudad, mientras que el 30% de la zona rural o países fronterizos, principalmente Bolivia.
Los asentamientos en Aguas Blancas
En el último Censo Nacional se advirtió la creciente necesidad habitacional que tiene la localidad fronteriza de Aguas Blancas, donde alrededor de 100 familias se asentaron a la vera de la ruta 50, a dos kilómetros de la ciudad.
Este asentamiento ilegal no es conveniente ni para los ocupantes y mucho menos para el pueblo.
En la zona se teme que el avance sobre la quebrada y el desmonte de las cortinas naturales provoque la erosión de los cerros con consecuentes derrumbes y probables aludes, muchos de los cuales sobre la ruta nacional.
La localidad de Aguas Blancas tiene grandes extensiones de tierras privadas de superficies planas e improductivos, sobre los que muchos vecinos piden que se expropien para construir viviendas y así minimizar un poco la demanda habitacional de la zona.
Paralelamente, los mismos vecinos denuncian que hay un sector de “asentados vip”, que son familias con propiedades y de buen pasar económico que tomaron terrenos en el sector probablemente con futuros fines inmobiliarios o cualquier otro motivo comercial.
También manifestaron que semanalmente se suman ciudadanos bolivianos con doble nacionalidad o cuyos hijos nacen en territorio argentino, además de jujeños y familias de localidades del departamento San Martín con trabajos de bagayeros o temporarios.