Malvivientes despertaron ayer en la madrugada al vecindario del barrio Pedrana, de San Ramón de la Nueva Orán, con una lluvia de piedras y cascotes contra sus domicilios y los autos estacionados sobre la calle San Martín.
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Malvivientes despertaron ayer en la madrugada al vecindario del barrio Pedrana, de San Ramón de la Nueva Orán, con una lluvia de piedras y cascotes contra sus domicilios y los autos estacionados sobre la calle San Martín.
Según informaron a El Tribuno, la patota estaba integrada por al menos quince jóvenes que regresaban totalmente ebrios de una noche de boliche. Al grito de “que siga la fiesta!” atacaron a pedradas los vehículos estacionados, mientras que otros la emprendían contra los ventanales de las casas. El caos hizo que el vecindario llamara insistentemente a la policía. El 911 e Infantería y otras dependencias policiales llegaron y rodearon el barrio. Los vándalos trasnochados intentaron introducirse en algunos domicilio, pero fueron repelidos a garrote por los mismos vecinos. El gas pimienta utilizado penetró en las casas y causó decenas de intoxicados. No hubo detenidos.