En un discurso cargado de conceptos sobre la actualidad política del país, la presidenta Cristina Kirchner pidió ayer a los argentinos “que haya más amor y menos odio, que no lleva a ninguna parte” y que estén “unidos” porque, aseguró, “clavan dagas desde afuera” con “la complicidad de algunos de adentro”.
inicia sesión o regístrate.
En un discurso cargado de conceptos sobre la actualidad política del país, la presidenta Cristina Kirchner pidió ayer a los argentinos “que haya más amor y menos odio, que no lleva a ninguna parte” y que estén “unidos” porque, aseguró, “clavan dagas desde afuera” con “la complicidad de algunos de adentro”.
“Le pido a la virgen de Itatí que rece por aquellos que todavía no entienden que tiene que haber más solidaridad para que la Argentina cobije a los 40 millones de argentinos”, señaló la jefa de Estado en una ceremonia frente a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí en Corrientes.
La mandataria también reclamó a esa virgen que le siga “dando fuerzas para seguir adelante” en la Presidencia, porque -sostuvo- “no es lo mismo que cuando lo tenía a él al lado”, en referencia a Néstor Kirchner.
Durante la ceremonia, Cristina Kirchner descubrió una de las siete banderas que flameó en las Islas Malvinas durante el “Operativo Cóndor” de 1966, acompañada por el gobernador radical Ricardo Colombi y el intendente Carlos Mauricio Espínola.
La mandataria reiteró que no va a reprimir la protesta social, pese a que los últimos meses hubo algunos hechos que parecieron ir en sentido contrario. “Muchas veces se nos critica porque dicen que tenemos mano blanda y no reprimimos. Prefiero pasar por blanda y que me critiquen antes que de ser responsable de regar la Argentina con la sangre de compatriotas”, enfatizó.
En otro tramo de su discurso, pareció salir al cruce de las críticas por la política de comunicación del Gobierno al asegurar que “cada argentino hoy puede decir lo que piensa, cuando quiere y como quiere”.
Dirigiéndose a “los jóvenes” de hoy, la mandataria señaló que “tienen inmensa suerte, porque aquellos de 1966 tuvieron que levantar banderas en momentos de dictadura, donde estaba prohibido pensar, decir un nombre o cantar una marcha y murieron por su patria en medio de la más cruenta dictadura”.
“Ustedes jóvenes argentinos tienen la suerte de hacer flamear estas banderas en una democracia plena de derechos, de garantías, en un país donde cada argentino puede decir lo que piensa, cuando quiere y como quiere”.
Cristina, en su segundo discurso en dos días, indicó que este es un país “que me siento orgullosa de presidir, porque si las décadas pasadas fueron perdidas, esta que comenzó el 25 de mayo de 2003 es una década ganada”.
“Hemos completado el crecimiento económico social y cultural más virtuoso de los últimos 200 años“, dijo Cristina, al tiempo que señaló que “reivindicamos este proyecto de inclusión social, nacional, popular y profundamente democrático“.
Pese a las especulaciones iniciales, la jefa de Estado no dijo una sola palabra sobre el duro discurso del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.