Hugo Moyano estuvo filoso en Salta y cargó duro contra el Gobierno nacional. A la presidenta Cristina Fernández la tildó de soberbia. “Cree que es dueña de la verdad”, apuntó. También repitió una escalada de advertencias: “Si siguen sin dar respuestas al movimiento obrero, la reacción será profundizar la lucha. Esto se agrava más”. Y hasta se refirió a la polémica que desató la mandataria en Harvard, en la desafortunada comparación con la Universidad de La Matanza. “Fue lamentable, la traicionó el subconsciente”.
inicia sesión o regístrate.
Hugo Moyano estuvo filoso en Salta y cargó duro contra el Gobierno nacional. A la presidenta Cristina Fernández la tildó de soberbia. “Cree que es dueña de la verdad”, apuntó. También repitió una escalada de advertencias: “Si siguen sin dar respuestas al movimiento obrero, la reacción será profundizar la lucha. Esto se agrava más”. Y hasta se refirió a la polémica que desató la mandataria en Harvard, en la desafortunada comparación con la Universidad de La Matanza. “Fue lamentable, la traicionó el subconsciente”.
“No podemos votar a alguien que hace oídos sordos a los legítimos reclamos de los trabajadores. Hay que tenerlo en claro”, remarcó el secretario de la CGT. Moyano arribó a Salta pasadas las 10 junto a su hijo y líder del Sindicato Unico de Trabajadores de Peaje y Afines (Sutpa), Facundo Moyano, y Gerónimo “Momo” Venegas, cabeza de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre).
La cumbre gremial, con fuerte tinte “anti K”, se desarrolló en el Sindicato de Panaderos de Salta, con motivo del 67 Encuentro de Delegados. Los visitantes coincidieron en que no dejarán torcer sus brazos y darán pelea hasta que se dé marcha atrás con las políticas contra los obreros.
Antes de que la comitiva de la CGT arribara, el ministro de Trabajo de Salta, Rubén Fortuny, y el intendente Miguel Isa inauguraron la reunión sindical. Fuentes de Panaderos dijeron que habían invitado al gobernador Juan Manuel Urtubey pero, al parecer, no se animó a encontrarse con Moyano, a quien había calificado como “piantavotos” en 2011.
El líder de Camioneros evitó retomar aquella disputa, aunque tiró un hilo. “Yo no vivo aquí, no puedo opinar (sobre Urtubey). Sé que hay gobernadores que están en silencio porque tienen miedo, ya que el Gobierno nacional les puede cerrar los grifos y después no pueden pagar salarios. No sé si será el caso”.
“Todavía hay mucha pobreza, marginación, desocupación y trabajo no calificado. Esto se pudo haber resuelto con el crecimiento económico que tuvo el país en los últimos nueve años. Desgraciadamente, no fue así”, siguió Moyano.
Las quejas por el impuesto a las ganancias y por las asignaciones familiares que no perciben algunos trabajadores fueron el eje de las críticas. “El Gobierno nacional tiene políticas nefastas”, sumó el “Momo”.
“Se quita el esfuerzo y el sacrificio con ese impuesto perverso al trabajo. Los hijos de los trabajadores son discriminados, ¿cómo puede ser? Esto es lo que un gobierno peronista no haría, por eso tenemos que replantearnos”, expuso Moyano.
También llamó a la Presidenta a “no mirar por el espejo retrovisor, porque si no no puede avanzar. Así solo ve el pasado que los argentinos queremos olvidar”. El distanciamiento de Moyano con la Casa Rosado parece no tener reconciliación, y la pelea se exacerba cada vez más. El sindicalista manifestó: “La CGT se alejó porque se implementaron políticas en contra de los trabajadores”.