Los habitantes de Aguas Blancas han convertido en una cuestión de Estado la municipalización de ese pueblo fronterizo. Ahora que están a las puertas de lograr ese objetivo, con la aprobación de la ley respectiva, la gente está entusiasmada porque considera que luego de cien años de existencia ha llegado el momento de ser artífices de su propio destino. El artículo 170 de la Constitución provincial exige que para la creación de un nuevo municipio debe realizarse un consulta popular y la gente quiere que se haga el próximo año aprovechando las elecciones para la renovación de cargos legislativos.
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Los habitantes de Aguas Blancas han convertido en una cuestión de Estado la municipalización de ese pueblo fronterizo. Ahora que están a las puertas de lograr ese objetivo, con la aprobación de la ley respectiva, la gente está entusiasmada porque considera que luego de cien años de existencia ha llegado el momento de ser artífices de su propio destino. El artículo 170 de la Constitución provincial exige que para la creación de un nuevo municipio debe realizarse un consulta popular y la gente quiere que se haga el próximo año aprovechando las elecciones para la renovación de cargos legislativos.
Una comisión promunicipalización está trabajando fuertemente en ese sentido con una campaña de concientización luego de tomar conocimiento que el Poder Ejecutivo provincial estaría analizando la posibilidad de postergar la consulta para 2015. De confirmarse esto, en caso de que el plebiscito sea favorable, Aguas Blancas recién podría elegir su primer intendente en 2019.
“Si la ley ya está aprobada no hay ningún motivo para que recién dentro de siete años podamos elegir nuestras autoridades municipales”, expresó Horacio Contreras, presidente de la citada comisión. Los aguablanqueños tienen suficientes motivos para reclamar su propia autonomía. En primer lugar, se sienten tan marginados como muchos de los barrios de la ciudad de Orán, con el agravante de que Aguas Blancas está situada a 50 kilómetros del municipio cabecera. “Si el intendente de Orán no puede atender las necesidades de los barrios de la ciudad, qué podemos esperar nosotros”, se preguntó Ariel Contreras, coordinador general de la comisión promunicipalización.
En cuatro años de lucha, el grupo tuvo que golpear muchas puertas y luego de sortear obstáculos lograron que el 3 del corriente la Legislatura provincial sancionara con fuerza de ley la creación del municipio.
La quejas son múltiples y para graficar esa marginación sostienen que desde 2000 el Estado no construye una vivienda; por ese motivo días atrás unas 50 familias ocuparon una lonja de terrenos a la vera de la ruta nacional 50. La imagen doliente del pueblo que es la puerta de entrada del país se refleja en sus calles poceadas, donde no quedan rastros del paso de la ultima motoniveladora. La obra del edificio de la delegación municipal fue abandonada hace dos años y hoy los trabajadores están apiñados en el edificio de los Bomberos Voluntarios, y por ese motivo varios de sus miembros optaron por alejarse debidos a los inconvenientes que tienen para poder desarrollar su labor.
“Nos sentimos invadidos, ya que además de la delegación municipal allí está funcionando el Registro Civil”, se quejó Angel Herrera, encargado del cuartel. “Este es un pueblo de nadie y lo peor es que todo lo que se recauda lo maneja la Municipalidad de Orán y nada de eso vuelve para aquí”, sentenció Policarpo Arce, el taxista más antiguo del pueblo.
Las personas consultadas por El Tribuno coincidieron en la necesidad de que Aguas Blancas tenga su propio municipio. “Necesitamos darle identidad a nuestro pueblo porque en estas condiciones no podemos seguir”, señaló Francisco Ruiz, presidente de la cooperativo de chalaneros El Dorado. Uno de los reclamos de este sector es la construcción de un puerto de amarre para las embarcaciones que transportan por el río Bermejo a las dos mil personas que a diario visitan la feria comercial en Bermejo, en Bolivia. El problema para los chalaneros se agrava en la temporada estival por la crecida del río que avanza sobre territorio argentino.
Un espacio apto para el turismo
Un estudio socioeconómico realizado por la comisión promunicipalización determinó que Aguas Blancas puede explotar una serie de actividades y darle impulso a otras que por diversas razones no pueden desarrollarse. “No solo del bagayeo podemos vivir”, expresaron los hermanos Contreras. “Creo que podemos darle un mayor sustento a la actividad agraria y potenciar el turismo aprovechando los bellos paisajes con una vegetación única en su tipo”, dijeron.
Según los dirigentes, el Angosto de las Pavas y el Angosto del Pescado son lugares aptos para pesca deportiva, donde se pueden habilitar un camping y explotar el turismo de aventura. “Será beneficioso para la zona porque dará trabajo y se puede hacer realidad la construcción de una ruta para unir a Los Toldos; de paso, podríamos liberar a esta población, a la que únicamente se puede acceder por territorio boliviano”, dijeron.
Los Contreras señalaron que el turismo posibilitará la llegada de inversores gastronómicos y hoteleros. “Por Aguas Blancas pasan diariamente a Bolivia unas dos mil personas y a esto lo tenemos que saber aprovechar. “No queremos ser solo un pueblo de paso y para eso debemos atraer inversores”, indicaron. En ese sentido, señalaron que para cambiarle la cara a Aguas Blancas hay que tomar el ejemplo de Bermejo, el pueblo boliviano que ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, tal como Yacuiba, en el otro lado de la frontera Argentina con Bolivia.
Deben concientizar a los habitantes de Orán
Horacio Contreras, Nilda Burgos, Ariel Contreras, Francisco Ruiz, Teresa Dávila, Martín Gareca y Alfredo Romero, los integrantes de la comisión promunicipalización de Aguas Blancas, son conscientes de que la tarea que les espera será ardua. Pero están dispuestos a potenciar su lucha.
“Debemos realizar el trabajo fuerte en la ciudad de Orán porque de ellos depende el resultado de la consulta popular”, manifestó Horacio Contreras, un contador publico nacional quien, junto a su hermano Ariel, ha tomado la posta de esta lucha.
Para concientizar a la población acerca de la necesidad de convertir a Aguas Blancas en municipio, la comisión inició contactos con los centros vecinales de Orán. “Necesitamos el apoyo de las barriadas para el éxito de la consulta y creemos que la gente es consciente de ya no podemos seguir dependiendo de Orán”, señalaron. Los miembros de la comisión interpretan que con los cien años de antigedad recién cumplidos, Aguas Blancas adquirió con creces la mayoría de edad para ser artífice de su propio destino. Las almas que habitan el pueblo no se sienten representadas por la intendencia de Orán y como prueba de ello muestran el estado de abandono en que se encuentran.