La conjunción entre la proximidad con la frontera boliviana y la falta de controles fronterizos es la principal causa de la proliferación de comercios ilegales en las distintas provincias del norte.
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La conjunción entre la proximidad con la frontera boliviana y la falta de controles fronterizos es la principal causa de la proliferación de comercios ilegales en las distintas provincias del norte.
En este contexto, Salta no es la excepción.
Según un informe que la Cámara que la Mediana Empresa (CAME) difundió, Salta ocupa el 9§ lugar en el ranking de provincias con mayor cantidad de puestos de ventas ilegales: se contabilizaron un total de 670.
Esto constituye una desventaja para los comercios que están inscriptos y tributan impuestos. La competencia desleal que genera entre los comerciantes lleva a que se produzca la desaparición paulatina de comercios que por tributar no pueden ofrecer productos a tan bajo precio como lo hacen quienes traen la mercadería de Bolivia de manera informal.
Denuncian falta de controles
“El comercio ilegal nos está matando. Todo se debe a la falta de control, ahí está el eje del problema”, sostuvo, en diálogo con El Tribuno, Mabel Bruno, presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Orán.
El sector empresarial pide la intervención del Estado en la regulación del sistema de controles. Actualmente, la insuficiencia del personal de AFIP y de la Dirección de Rentas de la Provincia es un motivo que impide que se realicen controles adecuados ante el inmenso flujo de mercadería que ingresa.
“Hacen lo que pueden, pero en Rentas, por ejemplo, los trabajadores no llegan a tres personas”, aclaró Bruno.
Dentro de Salta, los departamentos más afectados por la proliferación de este tipo de comercio son Salvador Mazza, donde hay un puesto de venta cada 144 habitantes; Tartagal (con un puesto cada 199 habitantes), El Carril (cada 217 personas, hay un comercio ilegal) y Orán (un puesto informal cada 232 ciudadanos). Luego, en menor escala, le siguen Rosario de la Frontera, Cerrillos, Metán, Campo Quijano, Joaquín V. González, General Gemes y Capital, que tiene un comercio informal cada 778 habitantes.
En realidad no se trata de un problema menor en el país, sino de todo un sistema económico informal que, según la CAME, llegó a movilizar alrededor de $1.219 millones solo en octubre, con 450 ferias “Saladitas” que tienen más de 27.000 puestos. Además, relevó 39.191 vendedores informales en las ciudades donde hay ferias. Incluso identificó 12.139 manteros que alcanzaron una facturación cercana a los $305 millones (en octubre).
“El mayor impacto lo reciben los comerciantes de la ciudad de Salta, Aguaray, Orán y Tartagal, y no los de Salvador Mazza”, explicó Luis Coronel, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salvador Mazza. Esto, porque “la gente de aquí cruza la frontera y compra ropa u otra mercadería, motivo por el que acá no se vende. Todo lo que llega lo mandan a esas ciudades, por eso los afecta”, agregó Coronel.