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Marcelo Capello: ?El trato a Salta es desfavorable con relación al resto del NOA?

Lunes, 05 de noviembre de 2012 01:47

¿A que factor podemos atribuir la fuerte dependencia tributaria que mantienen las provincias con el Gobierno nacional?

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¿A que factor podemos atribuir la fuerte dependencia tributaria que mantienen las provincias con el Gobierno nacional?

Ocurre que existen provincias que con sus recursos tributarios propios apenas cubren menos del 10% del presupuesto, como el caso de Formosa, La Rioja y Santiago del Estero.

En Salta la relación es del 20%, y 26% en Tucumán. Inclusive provincias como Córdoba y Santa Fe cubren menos del 40% de sus erogaciones con recursos tributarios provinciales.

Todo esto sucedió porque las transferencias nacionales han crecido más que los tributos locales en la última década, dado el fuerte aumento de la presión tributaria nacional. Encima, en algunas provincias, además de las escasas potestades tributarias, no existe un esfuerzo importante por recaudar más.

En los últimos años, incrementó la importancia de los envíos nacionales que se deciden en forma discrecional (no automática), y eso aumenta el poder del Gobierno nacional en su relación con las provincias. Así, las hace a éstas más dependientes y menos cuestionadoras de aquellas decisiones centrales.

¿Por qué históricamente las provincias del Noroeste Argentino son las que más dependen de la Nación?

Por dos razones. Primero, porque las provincias del NOA junto a las del NEA recaudan menos por habitante que las provincias del centro y sur del país, tanto porque sus menores niveles de desarrollo les generan bases tributarias más débiles como por el menor esfuerzo que suelen evidenciar para recaudar, dados los costos políticos que ello trae aparejado.

Si una provincia financia menos del 10% de sus erogaciones con sus recursos locales, ¿por qué habría de pagar costos políticos para intentar recaudar mejor? Siempre en estos casos resulta más redituable, políticamente, dirigirse rumbo a golpear las puertas del poder central.

En segundo lugar, porque el sistema de transferencias en Argentina es redistributivo a favor de las provincias del norte y sur de país, y eso engrosa la proporción de dichos recursos en el total de sus ingresos.

Claro que algunas provincias son más beneficiadas que otras. En este sentido, siempre me sorprendió la forma en que Misiones, Corrientes y Salta resultan tratadas en forma desfavorable con relación al resto del NOA y NEA, en lo que a transferencias automáticas se refiere.

¿Por qué no hay incentivos de índole federal que le permita a las provincias disminuir su dependencia fiscal y financiera de la Casa Rosada?

Por las razones antes enumeradas: Tienen menor capacidad para recaudar, y en ocasiones se suma a esto, el poco esfuerzo por hacerlo. Esto ocurre típicamente con los impuestos inmobiliarios. Existen ciudades en que dicho impuesto o tasa ni siquiera se distribuye, al menos en vastos sectores de dichas localidades.

¿Cuál es el principal factor que les impide desarrollarse, además del económico?

Existen factores estructurales que las desfavorecen, como la lejanía de los grandes mercados internos de consumo y las salidas a los mercados externos, agravados por un deficiente sistema de transporte.

Cuando se deja apreciar la moneda, además, suele perjudicar a las regiones del interior, que en general son predominantemente productoras de los bienes transables en sus economías privadas.

Existen también razones fiscales: en aquellas jurisdicciones en que las transferencias nacionales se derivan mayoritariamente a financiar empleo público, y las plantas de agentes estatales resultan exageradas, suele terminar perjudicando a sus sectores productores de bienes transables, por la escasez de mano de obra que generan o porque aumentan los salarios de equilibrio para el sector privado (suben sus costos laborales), que les resta competitividad.

Se trataría de un problema similar al de la “enfermedad holandesa”, pero a nivel de provincias, generado por el uso que se da a las transferencias del poder central en algunas provincias, aquellas en que las plantas de agentes estatales son muy amplias.

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