Algunos dice que hay un vacío legal y qué tendrá que ser cubierto por la voluntad popular. Otros dicen que se está violando la ley y que se desarrolla el montaje de un fraude electoral. Días atrás, una comunidad wichi de Tartagal denunció “una trampa” en las elecciones generales del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS), que el 15 de este mes definirá los nombres de los nueve vocales de cada etnia de la provincia, de los que saldrá a su vez, después del 27 de enero, la próxima autoridad del organismo. El actual presidente, el wichi Indalecio Calermo, busca su reelección, pero su principal adversario en relegarlo del puesto de vocal de la etnia wichi dice que la ley establece que Calermo no puede ser reelecto.
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Algunos dice que hay un vacío legal y qué tendrá que ser cubierto por la voluntad popular. Otros dicen que se está violando la ley y que se desarrolla el montaje de un fraude electoral. Días atrás, una comunidad wichi de Tartagal denunció “una trampa” en las elecciones generales del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS), que el 15 de este mes definirá los nombres de los nueve vocales de cada etnia de la provincia, de los que saldrá a su vez, después del 27 de enero, la próxima autoridad del organismo. El actual presidente, el wichi Indalecio Calermo, busca su reelección, pero su principal adversario en relegarlo del puesto de vocal de la etnia wichi dice que la ley establece que Calermo no puede ser reelecto.
Para determinar quién será la máxima autoridad del IPPIS, cada comunidad eligió primero en asamblea a un congresal. Esos congresales elegirán a su vez, el 15 de diciembre, a un vocal en representación de cada etnia indígena y serán los vocales quienes finalmente nombren al dirigente que presidirá la institución por los próximos dos años. “Nos enteramos que por nuestra comunidad existe un congresal que nunca elegimos y que no nos representa. Nos hicieron una trampa, porque habíamos elegido en asamblea a un representante para votar en contra de Calermo”, había denunciado Nancy Guzmán, acompañada de María Magdalena Pérez, cacique de la comunidad wichi El Porvenir, en Tartagal.
El artículo cinco de la citada ley, conocida como la “del desarrollo de los pueblos indígenas”, dice que “la presidencia del consejo del IPPIS será rotativa entre las distintas etnias que lo integran, pudiendo ser reelecto el representante de un mismo grupo por un período”. En el mismo artículo de la controversia se establece también que el IPPIS será conducido por un consejo, integrado por un presidente y ocho vocales, “pudiendo ser reelectos, salvo el desempeño del cargo del presidente”. Es decir: el presidente no puede ser elegido dos veces y la presidencia no puede permanecer en la misma etnia por más de un período. En ese sentido, ningún vocal tapiete, chané, wichi o chorote puede ser presidente.
Pero Calermo tiene su propia interpretación sobre la ley 7121. “Eso no es válido porque la ley no está reglamentada todavía, por lo que dependerá de la voluntad popular la posibilidad de ser nuevamente reelegido presidente del instituto que tenemos los aborígenes. Yo no soy abogado, pero entiendo que no hay ley hasta que no está reglamentada”, dijo consultado por El Tribuno.
Fausto Machuca, exinterventor del IPPIS y declarado enemigo de Calermo, al que apoyó en 2009, participó de la creación de la ley 7121. “No necesita ser reglamentada porque es muy clara y dice expresamente que el presidente no es reelecto”, dijo.
Con el apoyo de Urtubey
La semana pasada en Yacuy, paraje ubicado a 15 kilómetros de Tartagal, Juan Manuel Urtubey hizo público su apoyo a la reelección de Calermo. Su contrincante de Santa Victoria Este, el municipio más pobre del país, reprobó el accionar del mandatario. “Calermo anda diciendo a los políticos que no se metan y agradece el apoyo del Gobernador. Todo el pueblo wichi está muy dolido porque apoya al hombre que nos sacó lo que es de todos, lo que nos corresponde. Urtubey no se tendría que haber metido en las elecciones, sino haber quedado esperando, sentado y tranquilo la decisión del pueblo aborigen”, dijo Delgado.
En el acto estaba el presidente del IPPIS y el cacique de la comunidad aborigen, Crisanto Cardozo. La mayoría de los 1.300 habitantes del pueblo son de la etnia Ava Guaraní. “Urtubey le dijo al pueblo guaraní que vote a Calermo, que es de la etnia wichi. Es un disparate muy serio, porque influye en las elecciones y muestra un total desconocimiento, ya que solo los wichis pueden votar a Calermo para que sea vocal”, dijo el ex interventor del IPPIS Machuca.
El dirigente denunció que a cinco días de las elecciones todavía no se conocen los padrones definitivos de los congresales que fueron elegidos.
“Calermo miente, la ley es clarita”
“La ley 7121 lo dice bien clarito. Calermo le miente a la gente. El no puede acceder a la presidencia, ya que el cargo tiene que rotar entre las diferentes etnias. Calermo solo puede ser reelecto como vocal, pero dice expresamente que no hay reelección para el presidente”, dijo a El Tribuno René Delgado, el representante aborigen que quiere desplazar a Calermo del cargo de vocal wichi. Delgado es de la comunidad wichi de Pozo El Tigre, a unos kilómetros de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia.
“A partir de hoy se terminó eso de que todo lo decide una sola persona, porque acá vamos a trabajar en conjunto, con todas las comunidades de pueblos originarios. Todos debemos participar en el IPPIS, que es nuestra casa, pero que ahora solo decide Calermo. En las comunidades me atienden muy bien y me siento muy contento porque la gente me da su apoyo. Ya está cansada de las presiones de Calermo que maneja las ayudas, las viviendas y los planes como si fueran de él mismo, pero son de todos. Calermo no está acompañando las necesidades del aborigen y si no hay fraude va a perder. Nos preocupa mucho que la elección de los vocales del 15 no sea secreto el voto; para evitar todo tipo de presión hacia los congresales, sería lo mejor. El artículo 37 de la Constitución Nacional dice bien clarito que el voto tiene que ser secreto”, expresó Delgado.