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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Los motivos de la matanza todavía no podrán conocerse

Domingo, 16 de diciembre de 2012 17:05

Mientras los blancos campanarios de varios templos y el presidente Barack Obama se disponían a dar consuelo el domingo a una ciudad en duelo, un grupo de agentes federales decidió recorrer decenas de tiendas de armas y campos de tiro en el estado de Connecticut en busca de pistas que arrojen luz sobre la vida del autor de la matanza en Newtown, Adam Lanza.
Hay varias interrogantes para la policía: ¿Por qué su madre, una divorciada adinerada, tenía un alijo de armas de grueso calibre en la casa? ¿Qué experiencia tenía Lanza con esas armas? Y, por encima de todo, ¿qué fue lo que lo llevó a disparar y matar a 20 niños, junto con los adultos que intentaron impedir que abriera fuego?
Lanza mató a tiros el viernes a su madre, Nancy Lanza, en la casa que compartían, luego fue en su automóvil a la escuela primaria Sandy Hook con al menos tres de las armas de su progenitora. Irrumpió en la escuela por una ventana que rompió y abrió fuego, dijeron las autoridades. En cosa de minutos, mató a los niños, a seis adultos y se quitó la vida.
Todas las víctimas en la escuela fueron muertas con tiros de un rifle, y algunas con disparos a corta distancia. Al parecer todas fueron atacadas con más de un disparo, informó el jefe del servicio forense, el médico H. Wayne Carver. Los seis adultos muertos en la escuela eran mujeres. De los 20 infantes, ocho eran niños y 12 eran niñas.
A la pregunta de si los niños habían sufrido, Carver respondió: ‘‘Si acaso, no mucho tiempo’’. Sobre cuántos tiros fueron hechos, contestó: ‘‘Yo tendría suerte si pudiera decir cuántos encontré’’.
Los padres identificaron a los niños mediante fotografías para evitarles alguna conmoción, explicó Carver.
Los detalles terribles sobre los últimos momentos de los pequeños inocentes surgieron cuando las autoridades divulgaron sus nombres y edades. Los más pequeños tenían entre 6 y 7 años, y la víctima de mayor edad tenía 56. Entre los muertos están Ana Márquez-Greene, una pequeña que acaba de mudarse a Newtown desde Canadá; Victoria Soto, una profesora de 27 años de edad que al parecer falleció cuando intentaba ocultar a sus alumnos, y la directora, Dawn Hochsprung, que de acuerdo a las autoridades intentó someter al atacante.
La tragedia sumió en duelo a Newtown y colocó a la pintoresca localidad de 27.000 habitantes entre el mapa de las ciudades afectadas por las masacres que en los últimos años han revivido el debate nacional sobre el control de las armas sin lograr grandes cambios.
El presidente Obama visitará el domingo Newtown para participar en una vigilia nocturna y reunirse en privado con familias de víctimas.

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Mientras los blancos campanarios de varios templos y el presidente Barack Obama se disponían a dar consuelo el domingo a una ciudad en duelo, un grupo de agentes federales decidió recorrer decenas de tiendas de armas y campos de tiro en el estado de Connecticut en busca de pistas que arrojen luz sobre la vida del autor de la matanza en Newtown, Adam Lanza.
Hay varias interrogantes para la policía: ¿Por qué su madre, una divorciada adinerada, tenía un alijo de armas de grueso calibre en la casa? ¿Qué experiencia tenía Lanza con esas armas? Y, por encima de todo, ¿qué fue lo que lo llevó a disparar y matar a 20 niños, junto con los adultos que intentaron impedir que abriera fuego?
Lanza mató a tiros el viernes a su madre, Nancy Lanza, en la casa que compartían, luego fue en su automóvil a la escuela primaria Sandy Hook con al menos tres de las armas de su progenitora. Irrumpió en la escuela por una ventana que rompió y abrió fuego, dijeron las autoridades. En cosa de minutos, mató a los niños, a seis adultos y se quitó la vida.
Todas las víctimas en la escuela fueron muertas con tiros de un rifle, y algunas con disparos a corta distancia. Al parecer todas fueron atacadas con más de un disparo, informó el jefe del servicio forense, el médico H. Wayne Carver. Los seis adultos muertos en la escuela eran mujeres. De los 20 infantes, ocho eran niños y 12 eran niñas.
A la pregunta de si los niños habían sufrido, Carver respondió: ‘‘Si acaso, no mucho tiempo’’. Sobre cuántos tiros fueron hechos, contestó: ‘‘Yo tendría suerte si pudiera decir cuántos encontré’’.
Los padres identificaron a los niños mediante fotografías para evitarles alguna conmoción, explicó Carver.
Los detalles terribles sobre los últimos momentos de los pequeños inocentes surgieron cuando las autoridades divulgaron sus nombres y edades. Los más pequeños tenían entre 6 y 7 años, y la víctima de mayor edad tenía 56. Entre los muertos están Ana Márquez-Greene, una pequeña que acaba de mudarse a Newtown desde Canadá; Victoria Soto, una profesora de 27 años de edad que al parecer falleció cuando intentaba ocultar a sus alumnos, y la directora, Dawn Hochsprung, que de acuerdo a las autoridades intentó someter al atacante.
La tragedia sumió en duelo a Newtown y colocó a la pintoresca localidad de 27.000 habitantes entre el mapa de las ciudades afectadas por las masacres que en los últimos años han revivido el debate nacional sobre el control de las armas sin lograr grandes cambios.
El presidente Obama visitará el domingo Newtown para participar en una vigilia nocturna y reunirse en privado con familias de víctimas.

Evacuación por amenazas de muerte

La Iglesia Santa Rosa de Lima de la localidad de Newtown tuvo que ser hoy evacuada por una amenaza de muerte durante una misa celebrada por las víctimas, según pudo confirmar Efe.
Según explicó en una rueda de prensa el portavoz de la iglesia, Brian Wallace, hacia la mitad del oficio una persona se levantó de su asiento y se dirigió al altar para informar al monseñor Robert Weiss de una llamada telefónica que amenazaba al templo.
‘Alguien avisó de la llamada al monseñor y él pidió a todo el mundo que se fuera. Se fueron calmados pero con aún más tristeza en sus caras‘, dijo.
‘Obviamente es muy frustrante para las familias, que ya han sufrido lo suficiente. Hemos cerrado para proteger a todos los que estaban en la iglesia que por hoy permanecerá cerrada. No sé de dónde vino la llamada, pero la Policía estaba en ello de inmediato‘, añadió Wallace ante numerosos medios, entre ellos Efe, que fueron
convocados a las afueras de la iglesia.
Preguntado por si se había sorprendido ante la amenaza, contestó: ‘Ya no podemos sorprendernos de nada después de lo que ha pasado‘. La iglesia estaba rodeada por cinco vehículos de policía y con un cartel colgado en la puerta prohibiendo la entrada a la prensa. 
El diario New York Post apuntó que aparentemente un psicópata hizo una llamada telefónica amenazando con atacar la iglesia, por lo que Weiss pidió la evacuación inmediata. 
‘Ha habido una amenaza contra la iglesia -dijo Weiss a los feligreses-. Necesito que todos evacúen‘. 
Además, unos 30 niños que estaban ensayando para el desfile anual navideño en un edificio cercano también abandonaron las instalaciones en las que se encontraban.
Todo el recinto ha sido acordonado después de que la Policía Estatal comenzara un barrido de la zona. 

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