Después de un largo año y medio de demora, finalmente anoche se aprobó por unanimidad la ley de trata de personas. Con la presencia de Susana Trimarco y acompañada del gobernador tucumano José Alperovich y sus abogados, se le dio el visto bueno al proyecto oficialista que castiga la explotación sexual.
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Después de un largo año y medio de demora, finalmente anoche se aprobó por unanimidad la ley de trata de personas. Con la presencia de Susana Trimarco y acompañada del gobernador tucumano José Alperovich y sus abogados, se le dio el visto bueno al proyecto oficialista que castiga la explotación sexual.
Sin dudas, se trató de un fuerte gesto político del oficialismo ante la indignación nacional tras el fallo que absolvió a los 13 imputados en el caso por el secuestro y sometimiento a la prostitución de Marita Verón.
En este marco es que si bien la oposición realizó algunas observaciones, a través de sus intervenciones, todos los bloques apoyaron la iniciativa. Es que los referentes vinculados a los partidos opositores cuestionaron los motivos que llevaron a que el tema debiera ser incluido en sesiones extraordinarias y no durante el período ordinario.
Las intervenciones giraron alrededor de la necesidad de la puesta en marcha de esta ley, pero las críticas fueron de las más variadas.
En este sentido, el diputado tucumano Juan Casañas (UCR) denunció un prostíbulo VIP en Tucumán que Alperovich no quiere cerrar. “Alperovich es como Juárez o Saadi”, disparó contundente.
Por su parte, Eduardo Amadeo, del Peronismo Disidente, sostuvo que el “Gobierno quiere aprovecharse de las lágrimas de las madres para embestir a toda la Justicia. Esto es inmoral”, advirtió.
Mientras, por su lado, los diputados oficialistas centraron sus críticas en la Justicia. La camporista Anabel Sagasti sostuvo: “Queremos jueces que no piensen que sus estrados son altares”. En la misma sintonía, otros legisladores oficialistas afirmaron que la Justicia “no está a la altura de las circunstancias”. Fue el caso de Segarra y Arena.
Cuando ingresó Trimarco al recinto de Diputados, todos los legisladores aplaudieron de pie a la incansable mujer.
Los ejes del proyecto
La propuesta de ley define como “trata de personas” al “ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países”.
Además establece que “el consentimiento dado por la víctima de la trata y explotación de personas no constituirá en ningún caso causal de eximición de responsabilidad penal, civil o administrativa de los autores, partícipes, cooperadores o instigadores”. También castiga al proxenetismo con prisión de cuatro a seis años, al que explote económicamente el ejercicio de la prostitución de una persona, y al que “promueva o facilite la prostitución” de la misma. Asimismo, cuando la víctima fuere menor de 18 años, la pena sería de 10 a 15 años de prisión.