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Marcelo Colombo: ?La realidad, por momentos, te deja sin palabras?

Domingo, 30 de diciembre de 2012 19:30

El Estado asiste al aborigen con planes sociales, pero no se vislumbra el proyecto para que puedan prescindir de eso.

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El Estado asiste al aborigen con planes sociales, pero no se vislumbra el proyecto para que puedan prescindir de eso.

La tarea pendiente de nuestra sociedad es resolver seriamente el paradigma de la interculturalidad.

El obispo de Orán es un hombre con mucho trabajo. El territorio que tiene bajo su cuidado, además de ser muy extenso, registra los índices de pobreza más bajos de la Provincia. Aparte, el paco se instaló en miles de hogares y el volumen de delitos relacionados, sobre todo, con el tráfico de cocaína desde Bolivia, es cada vez más intenso. En las poblaciones rurales, por otra parte, se multiplican los conflictos por tierras. En ese ecosistema combate este sacerdote movedizo, sin más armas que el entusiasmo, la fe y el compromiso absoluto.

En la entrada del arzobispado hay enmarcado un estandarte, réplica exacta del que llevaba el conquistador español Francisco Pizarro cuando fundó la ciudad, en 1794. “Expugnabo fidei inimicos” se puede leer, un lema militar que expandió la corona española y que estaba también en el escudo de armas de la ciudad. “Expulsamos al enemigo de la fe”, se traduciría. “Creo que es el original”, dice Marcelo Daniel Colombo, que desde hace más de tres años es el obispo de Orán. Los tiempos cambian. Colombo y sus antecesores tienen al aborigen en el centro de sus pensamientos y acciones. “Me voy fogueando, me voy haciendo obispo junto con mi pueblo. Es un servicio que tiene una relación directa con el pueblo que Dios nos encomienda. En la zona la realidad es muy fuerte, intensa. Por momentos te deja sin palabras”, sabe nuestro cura viajero.

Comunidades aborígenes

“Viajamos mucho al departamento Rivadavia, donde hay tantas necesidades de desarrollo. Quería que mi primera visita pastoral fuera a una comunidad aborigen, como una forma de tomar contacto con esa realidad más primigenia y tan compleja”, explica. En su primer viaje le quedó claro que la mejor forma de ayudar sería haciendo de intermediario. Por eso dejó la promesa de volver, pero con el gobernador, sin nadie más, ni intendentes, ni senadores, ni diputados, ni concejales, porque solo hablarían con el primer mandatario.

“La gente me pidió que lleve al gobernador, al que querían ver sin intermediarios para plantear sus problemas y puntos de vista de una manera directa. Eso fue lo que pasó. Pasamos toda una tarde llegando a comunidades aborígenes donde existieron diálogos muy intensos e interesantes. Nos empezamos a involucrar con un tema que les preocupa mucho y que alcanzó connotaciones internacionales, como es el conflicto por los lotes fiscales 14 y 55”, cuenta.

Lotes fiscales

“El 14 y 55 significan el 60% de los problemas de titularidad en la Provincia. La solución tendría que aparecer entre 2013 y 2014. Escuchamos que la oficina del organismo que lleva adelante la regularización de las tierras se ha puesto más lenta. El proyecto de traslado voluntario es interesante, pero el reclamo es que se avance sobre los acuerdos que ya están cerrados y encaminados entre los vecinos, que piden al Gobierno que lo certifique. La problemática por la tierra es una de las tareas que vienen con el Obispado de Orán. Es una línea de trabajo que heredé del obispo anterior, que trabajó mucho en el tema. No somos técnicos, pero podemos facilitar el encuentro y acercar a las partes”, asegura Colombo.

La incomunicación

Para el obispo un problema es la pobre estructura de caminos y líneas de comunicación existente. “Hay que mejorar la conectividad. Dentro de la provincia, la conectividad que brindan los caminos requiere mucho peso. Hay otra conectividad que establecer entre las provincias, particularmente con Formosa y Chaco.

Y agrega que “hay otro problema más de fondo: el corto plazo nos va ganando y nos perdemos discusiones que son de una mirada más profunda. La sociedad cambió. Incorporó valores que a la Iglesia le parecen importantes y otros con los que disentimos y queremos expresar nuestra opinión. Sentimos un poco de intolerancia con lo que nosotros opinamos, como si ya estuviera todo dicho y no existiera lugar para otro punto de vista. Más allá del objetivo electoral hay cosas que se deben solucionar ya mismo, como el tema del paco. Nosotros trabajamos fuertemente en la formación de líderes para la prevención. La pertenencia es clave, porque el que cae en la droga no se siente parte de su sociedad, su comunidad. Tenemos elecciones que sirven solo para sustituir una persona por otra. Los grandes temas del Estado no pasan a las generaciones que siguen”, analiza el obispo.

¿Qué soluciones podrían mejorar ya la vida del aborigen?

Nosotros pedimos más presencia de auxiliares bilinges en las escuelas y enfermeros que hablen el mismo idioma de los pacientes. Para el aborigen no es fácil un procedimiento que necesita un interlocutor.

¿No sería mejor que los aborígenes lleguen algún día a ser los directores de escuela y médicos de su comunidad?

La tarea pendiente de nuestra sociedad es resolver seriamente el paradigma de la interculturalidad, con todas sus consecuencias. Hace falta una vía de comunicación y de intercambio. Debería ser normal que los aborígenes lleguen a médicos y directores. Lucho para que en Orán exista una facultad de Derecho. Por la problemática que hay en la zona. Así como existen conflictos de tierra, hay también cuatro o cinco temas muy específicos de la región. Creo que, con una escuela sensible y atenta a estas problemáticas, pero desde Orán, podría generar un importante cambio social. Pero no he tenido mucho eco.

¿No podríamos aprender en las escuelas idiomas de las etnias de nuestra tierra así como ellos estudian español, ya que hablamos de comunicarnos?

Hay algunos temas que requieren la valoración de la cultura del otro. Solo cuando valoras la cultura del otro buscás comunicarte. Los misioneros que llegaban en los siglos XVI y XVII aprendían dos o tres idiomas, o los misioneros de la Iglesia Anglicana que llegaron desde Inglaterra y rápidamente difundieron traducciones de su Biblia en wichi. El Estado asiste al aborigen con planes sociales, pero no se vislumbra el proyecto para que algún día puedan prescindir de esa ayuda, sin la cual, hoy les resultaría muy difícil subsistir.

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