La Cámara de Acusación número 1 revocó anoche el sobreseimiento del stripper Matías Morcillo Castillo, vinculado en la causa por el horrendo crimen del profesor Diego Esper, ocurrido en septiembre de 2010.
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La Cámara de Acusación número 1 revocó anoche el sobreseimiento del stripper Matías Morcillo Castillo, vinculado en la causa por el horrendo crimen del profesor Diego Esper, ocurrido en septiembre de 2010.
Con las firmas de los titulares de la cámara, Felix Costas y Raul Román, el fallo revocó el sobreseimiento que había beneficiado a Morcillo a mediados de noviembre del 2010. Inicialmente el stripper aparecía en la causa como encubridor y el fallo dictado por la cámara en las últimas horas repone esa categoría contra el sospechoso.
El sobreseimiento había sido dictado por el juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, quien el 17 de noviembre de 2010 resolvió ordenar la liberación, por falta de mérito.
En un primer momento el fallo había sido apelado por la fiscal de la causa, Emma Puente y por el abogado defensor de la familia de la víctima, el abogado Juan Casabella Dávalos. Pasaron casi 14 meses hasta que la cámara decidió revocar ese fallo.
El brutal crimen del profesor universitario Diego Esper, se conoció el 16 de septiembre de 2010, cuando el padre y la hermana del occiso, con residencia en Tartagal el primero y en Salta la segunda, fueron hasta la vivienda de su pariente, ya que no tenían noticias de él desde el 10 de ese mismo mes. Cuando ingresaron, se hallaron con un panorama horrendo: Diego yacía semidesnudo, boca abajo, en su cama, con un golpe en la cabeza. En la pared, en sábanas y frazadas se observaban restos de sangre y masa encefálica. El joven profesor había sido ultimado hacía varios días a mazazos en la cabeza y su cuerpo se encontraba en pleno estado de putrefacción.
El caso quedó en manos de la Brigada de Investigaciones, cuyos efectivos fueron atando cabos sobre la vida del profesor muerto y a los tres días del suceso quedó detenido el Morcillo Castillo, a quien se le secuestró una llave del departamento de Esper y prendas de vestir propias manchadas, eventualmente, con un líquido que parecía ser sangre humana.