En un claro intento por desprestigiar a la Auditoría General de la Nación, que hoy divulgará otro informe lapidario contra TBA, Cristina aseguró: “Nunca hubo pedidos de rescisión de contratos ferroviarios”.
Hace una semana, ocurrió en la estación de Once la peor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años del país. Murieron 51 personas y 703 resultaron heridas. Sólo para remontarse a la historia más reciente, desde hace más de un año las deficiencias en el mantenimiento de los ferrocarriles se manifestaron dejando a su paso daños y pérdidas humanas irreparables.
El miércoles, los representantes del oficialismo frenaron el informe de la Auditoría General de la Nación sobre TBA, la operadora de los trenes Sarmiento y Mitre. A este dato hay que sumarle que con sus declaraciones la Presidenta contradice los informes de la Auditoría General de la Nación de 2008 y 2007, y la advertencia de la CNRT del año pasado.
“Si no tuviéramos que haber pagado los 19.641 millones de dólares del corralito financiero, tendríamos los mejores trenes del país”, acusó.
La jefa de Estado sostuvo que su Gobierno “ha hecho bastante más” en materia de inversión ferroviaria que otras gestiones anteriores.
Durante una nueva inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso, donde el oficialismo tiene mayoría en ambas cámara no dudó en recordar que la “mataron a críticas cuando propuso el tren bala”.
Sus legisladores rompieron en un aplauso cerrado y más de uno sonrió ante los dichos de la Presidenta.
Fernández de Kirchner afirmó que el deterioro del servicio ferroviario comenzó en los “años ’60” y añadió que esa situación “se acentuó en la década del ’90, hubo varias causas, pero tendremos que hablar seria y responsablemente”.
Claro que en otro momento. Mientras tanto, y los pasajeros de los ferrocarriles que cruzan la provincia de Buenos Aires y Capital Federal seguirán viajando en máquinas abandonadas, antiguas, sin reparaciones y amontonados. Miles de trabajadores, pese a la tragedia de hace una semana, volverán a poner en riesgo sus vidas. Y es que tienen que viajar -como se pueda- a sus lugares de trabajo y tratar de volver vivos a sus casas. Nadie, en forma oficial, dijo nada sobre la deficiencia de estos servicios, pero cómo es que nadie lo vio.
Sobre la tragedia de Once, la Presidenta volvió a pedir al juez Bonadío “tener cuanto antes tener las pericias terminadas” y se mostró confiada de que “no va a haber problemas”.
inicia sesión o regístrate.
En un claro intento por desprestigiar a la Auditoría General de la Nación, que hoy divulgará otro informe lapidario contra TBA, Cristina aseguró: “Nunca hubo pedidos de rescisión de contratos ferroviarios”.
Hace una semana, ocurrió en la estación de Once la peor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años del país. Murieron 51 personas y 703 resultaron heridas. Sólo para remontarse a la historia más reciente, desde hace más de un año las deficiencias en el mantenimiento de los ferrocarriles se manifestaron dejando a su paso daños y pérdidas humanas irreparables.
El miércoles, los representantes del oficialismo frenaron el informe de la Auditoría General de la Nación sobre TBA, la operadora de los trenes Sarmiento y Mitre. A este dato hay que sumarle que con sus declaraciones la Presidenta contradice los informes de la Auditoría General de la Nación de 2008 y 2007, y la advertencia de la CNRT del año pasado.
“Si no tuviéramos que haber pagado los 19.641 millones de dólares del corralito financiero, tendríamos los mejores trenes del país”, acusó.
La jefa de Estado sostuvo que su Gobierno “ha hecho bastante más” en materia de inversión ferroviaria que otras gestiones anteriores.
Durante una nueva inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso, donde el oficialismo tiene mayoría en ambas cámara no dudó en recordar que la “mataron a críticas cuando propuso el tren bala”.
Sus legisladores rompieron en un aplauso cerrado y más de uno sonrió ante los dichos de la Presidenta.
Fernández de Kirchner afirmó que el deterioro del servicio ferroviario comenzó en los “años ’60” y añadió que esa situación “se acentuó en la década del ’90, hubo varias causas, pero tendremos que hablar seria y responsablemente”.
Claro que en otro momento. Mientras tanto, y los pasajeros de los ferrocarriles que cruzan la provincia de Buenos Aires y Capital Federal seguirán viajando en máquinas abandonadas, antiguas, sin reparaciones y amontonados. Miles de trabajadores, pese a la tragedia de hace una semana, volverán a poner en riesgo sus vidas. Y es que tienen que viajar -como se pueda- a sus lugares de trabajo y tratar de volver vivos a sus casas. Nadie, en forma oficial, dijo nada sobre la deficiencia de estos servicios, pero cómo es que nadie lo vio.
Sobre la tragedia de Once, la Presidenta volvió a pedir al juez Bonadío “tener cuanto antes tener las pericias terminadas” y se mostró confiada de que “no va a haber problemas”.