Al menos 45 personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto víctimas de avalanchas y fuertes nevadas registradas en la provincia nororiental afgana de Nuristán, informaron ayer fuentes oficiales.
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Al menos 45 personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto víctimas de avalanchas y fuertes nevadas registradas en la provincia nororiental afgana de Nuristán, informaron ayer fuentes oficiales.
Los aludes afectaron a Karo y Pushal, dos pueblos del distrito de Mandol, según el vicegobernador de Nuristán, Muhammad Nabi Ahmadi, que precisó que hay al menos quince viviendas sepultadas.
“Hay mujeres y niños entre las 45 personas sepultadas por la nieve y fallecidas”, afirmó Ahmadi.
“Los residentes están ocupados en las tareas de rescate. Mandol es un distrito muy apartado y la mayoría de sus carreteras está cubierta por la nieve”, añadió.
Las autoridades dijeron que la Policía comenzó el rescate de los cadáveres y que la operación se complica debido a las nevadas que no cesan por tercer día consecutivo en la zona.
Afganistán ha sufrido en las últimas semanas varias avalanchas de gravedad, como la que causó la semana pasada la desaparición de unas 145 personas en la montañosa provincia de Badakhshan, situada en el extremo nororiental del país.
En esa avalancha quedó prácticamente sepultado por la nieve el pueblo de Dispay, al que los equipos de rescate accedieron varios días después, debido a la precariedad de los accesos y las malas condiciones climatológicas.
Afganistán ha registrado este invierno fuertes nevadas, y las previsiones meteorológicas pronostican más precipitaciones en las próximas semanas.