Desilusionados o enojados, cargan gigantes televisores LCD. En la fila, otras personas padecen lo mismo: compraron días atrás un electrodoméstico, pero no funciona. En los talleres de reparación reconocen que cada vez llegan más aparatos con desperfectos. Las versiones sobre el culpable se entrecruzan. Los vendedores y técnicos sostienen que la mayoría de las falencias se origina por el mal uso, mientras que los consumidores sostienen que los problemas son de fábrica. En ese terreno, las personas tienen que renegar, lidiar y hasta denunciar para que los fabricantes y comercializadores cumplan con la garantía legal.
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Desilusionados o enojados, cargan gigantes televisores LCD. En la fila, otras personas padecen lo mismo: compraron días atrás un electrodoméstico, pero no funciona. En los talleres de reparación reconocen que cada vez llegan más aparatos con desperfectos. Las versiones sobre el culpable se entrecruzan. Los vendedores y técnicos sostienen que la mayoría de las falencias se origina por el mal uso, mientras que los consumidores sostienen que los problemas son de fábrica. En ese terreno, las personas tienen que renegar, lidiar y hasta denunciar para que los fabricantes y comercializadores cumplan con la garantía legal.
Con el tiempo los hogares salteños incorporan nuevas tecnologías. Sin embargo, para muchos es notable la corta vida útil de los artefactos.
Guillermo Durand Cornejo, diputado provincial y presidente del Comité de Defensa del Consumidor (Codelco), explicó: “Aquí hay una cosa muy clara: los electrodomésticos ya no se arreglan, salvo excepciones. La gente pierde mucha plata por querer arreglar una heladera. Lo que corresponde es pedir una nueva”.
“Todo es cuestión de suerte. Te comprás algo de $2 y quizá te dura mucho, mientras que un aparato de marca se arruina en unas horas, o al revés”, comentó un técnico.
La legislación que protege a los consumidores fija una garantía legal de seis meses para la compra de estos bienes. Sin embargo, varias personas reniegan por las demoras de las reparaciones o porque nadie se hace cargo.
La ley 24.999, que modificó a la norma general de los consumidores, establece que los fabricantes, importadores y vendedores deben asegurar un servicio técnico adecuado y el suministro de partes y repuestos. Además, exige una responsabilidad solidaria. Ningún gasto correrá por parte del consumidor. Para estas garantías tampoco se debe afrontar un pago extra durante la compra.
“La gente tiene que saber que las leyes no distinguen entre caro y barato. Todos los productos que se comercializan y se importan gozan de una garantía legal de seis meses. No importa que se trate de ofertas. El requisito para reclamar, sine qua non, es la factura. Existen comercios que extienden a un año la garantía legal. En los países del primer mundo alcanzan hasta los dos años”, señaló Durand Cornejo.
Tecnología descartable, así califican a los nuevos aparatos, desde celulares, reproductores de DVD, lavarropas. El panorama se oscurece ya que en Salta no hay un tratamiento final para esta chatarra. Al mediodía, Sergio descargaba aparatos electrónicos de una empresa. Detalló que por día distribuye en los talleres más de 20 productos. “Vienen más descartables. Antes a una heladera le cambiabas la bocha y listo”.