La temporada 2012 de la Fórmula 1 arrancó con un claro triunfo de Jenson Button y de la escudería McLaren Mercedes. La competencia dejó en claro que Red Bull, con Sebastian Vettel a la cabeza, no la tendrá tan fácil como la temporada pasada, cuando se coronó cuatro fechas antes del final del calendario.
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La temporada 2012 de la Fórmula 1 arrancó con un claro triunfo de Jenson Button y de la escudería McLaren Mercedes. La competencia dejó en claro que Red Bull, con Sebastian Vettel a la cabeza, no la tendrá tan fácil como la temporada pasada, cuando se coronó cuatro fechas antes del final del calendario.
En el circuito Albert Park se confirmaron las sensaciones generadas por McLaren durante la pretemporada. Su nombre: MP4-27, la “bala de plata” más letal de McLaren. La última versión de la escudería británica, gestada bajo el techo del fastuoso Centro Tecnológico de Woking, donde llevan luchando tantos años por recuperar la corona (Hamilton 2008).
La escudería mostró destellos de grandeza en Australia que recordaron el pasado reciente de Red Bull. Control el viernes, exhibición el sábado -pole de Hamilton- y ostentoso fin de fiesta con Button en lo más alto del podio. Desde allí, con su compañero Lewis cerrando el cajón. Button se acordó de aquellas jornadas maratónicas de invierno en Woking, donde buscó del plan perfecto para derrotar a la escudería de la famosa bebida energizante.
La posibilidad de derrotar a los Red Bull fue la motivación que guió hasta el más mínimo movimiento de precisión en la escudería británica. Apostando por un diseño y señas de identidad genuinos con los que adaptarse a los nuevos cambios de normativa.
Salvo las condiciones climatológicas y la hora, poco o nada cambiará dentro de una semana en el clásico circuito malayo de Sepang.