Más complicaciones para el vicepresidente Amado Boudou. Vapuleado en la opinión pública por el “caso Ciccone” en la cual el vicepresidente es investigado por presuntos delitos de lavado de dinero y negociaciones incompatibles con la función pública, se le sumó ahora un nuevo problema: el juez federal Norberto Oyarbide, de una importante cercanía a la Casa Rosada, se declaró ayer “incompetente” en la causa. La decisión del polémico letrado se produciría con el fin de unificar la causa, ya que no se permite que haya más de un juez que investigue denuncias sobre el mismo hecho.
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Más complicaciones para el vicepresidente Amado Boudou. Vapuleado en la opinión pública por el “caso Ciccone” en la cual el vicepresidente es investigado por presuntos delitos de lavado de dinero y negociaciones incompatibles con la función pública, se le sumó ahora un nuevo problema: el juez federal Norberto Oyarbide, de una importante cercanía a la Casa Rosada, se declaró ayer “incompetente” en la causa. La decisión del polémico letrado se produciría con el fin de unificar la causa, ya que no se permite que haya más de un juez que investigue denuncias sobre el mismo hecho.
Desligado de la causa, Oyarbide la dejó a cargo de su par Daniel Rafecas, con intervención del fiscal Carlos Rívolo. A raíz de esta decisión, la denuncia que Oyarbide había recibido en su juzgado se acumula a la causa que ya está en trámite en el juzgado de Rafecas y en la que se investigan los mismos presuntos hechos.
Es preciso recordar que en la causa se investiga si el vicepresidente, desde su cargo, influyó para que se levante la quiebra de la ex-Cicconne Calcográfica y le sea entregada a una sociedad supuestamente presidida por Alejandro Vandenbroele, que sería el nexo entre el vicepresidente y José María Núñez Carmona, amigo del exministro de Economía para entregarle el negocio de la impresión de billetes de cien pesos.
La fallida jugada de Oyarbide
Pese a que la denuncia de la exmujer de Alejandro Vandenbroele, el supuesto testaferro de Boudou, había recaído en manos del juez Daniel Rafecas, Oyarbide había recibido unos expedientes sobre la quiebra de Ciccone Calcográfica. Pero ante la complicada causa el cuestionado magistrado decidió abandonar el caso.
Lo que llama la atención es que todas las causas que de alguna manera complican al oficialismo recayeron en los despachos de Oyarbide. Son seis los casos que son sensibles para la Casa Rosada y, misteriosamente, fueron a parar a las manos del magistrado: la mafia de los medicamentos; el escándalo por el manejo de la obra social de Camioneros por parte de Hugo Moyano y el exhorto enviado desde Suiza pidiendo información sobre el líder de la CGT. También está a cargo de la investigación por corrupción del exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, a quien días atrás el juez favoreció al declarar que los correos electrónicos tomados de las computadoras secuestradas en la causa no son válidos como prueba. El expediente por presunto lavado de dinero y defraudación a la administración pública contra Sergio Schoklender, el exapoderado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, está, luego de un sorteo, en manos de Oyarbide. Y, por último, el caso de las escuchas ilegales que involucra a Mauricio Macri, un opositor del kirchnerismo.
La oposición ataca
En ese contexto, la oposición intentará tomar la iniciativa en esta causa, por lo que diputados referentes de ese espacio presentaron ayer un pedido de informes dirigido al Poder Ejecutivo sobre la situación legal de Ciccone Calcográfica y para conocer si Amado Boudou tiene “vínculo jurídico” con Alejandro Vandenbroele. Además, quieren saber si existe alguna denuncia por la existencia de “un tráfico de influencia” invocando el nombre del vicepresidente.
El proyecto fue impulsado por Federico Pinedo, del PRO, y fue acompañado por los diputados Eduardo Amadeo (Frente Peronista); Patricia Bullrich (Unión por Todos) y Gladys González; Silvia Majdalani y Paula Bertol, del PRO.
Los diputados pidieron que se precisen “las negociaciones llevadas a cabo por el Banco Central de la República Argentina para la contratación de la impresión de papel moneda”.