Las actividades culminarán con la actuación de Quique Santander y su “Tributo a los Iracundos”.
Juana Azurduy de Padilla fue una heroína de la Independencia. Nació en 1780 en Chuquisaca, Bolivia. Tras el estallido de la Revolución del 25 de Mayo de 1810, Juana y su marido, Manuel Ascencio Padilla, se unieron a los ejércitos populares. Belgrano quedó impresionado por el valor en combate de Juana y, en reconocimiento, le entregó su propia espada. Juana y su marido participaron en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.
En 1816, Juana queda a cargo de la defensa de Hacienda de Villar, objeto de los ataques realistas. En una audaz incursión, arrebató ella misma la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocu-pación del Cerro de la Plata. Por esta acción el gobierno de Buenos Aires, le otorgó el rango de teniente coronel de las milicias.
Poco tiempo después Juana, que esperaba a su quinto hijo, quedó viuda. Tras dar a luz a una niña, se unió a la guerrilla de Martín Miguel Güemes. A la muerte de Güemes, se disolvió la guerrilla del norte y Juana se vio obligada a malvivir en la región de Salta. Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, Juana intentó sin éxito que el gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes. Murió en Jujuy a los 80 años en la más completa miseria y fue enterrada en una fosa común.
El 14 de julio de 2010 Juana fue ascendida al grado de general y se convirtió en la primera mujer en ingresar al Ejército argentino y que fuera parte de las luchas por la independencia.
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Las actividades culminarán con la actuación de Quique Santander y su “Tributo a los Iracundos”.
Juana Azurduy de Padilla fue una heroína de la Independencia. Nació en 1780 en Chuquisaca, Bolivia. Tras el estallido de la Revolución del 25 de Mayo de 1810, Juana y su marido, Manuel Ascencio Padilla, se unieron a los ejércitos populares. Belgrano quedó impresionado por el valor en combate de Juana y, en reconocimiento, le entregó su propia espada. Juana y su marido participaron en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.
En 1816, Juana queda a cargo de la defensa de Hacienda de Villar, objeto de los ataques realistas. En una audaz incursión, arrebató ella misma la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocu-pación del Cerro de la Plata. Por esta acción el gobierno de Buenos Aires, le otorgó el rango de teniente coronel de las milicias.
Poco tiempo después Juana, que esperaba a su quinto hijo, quedó viuda. Tras dar a luz a una niña, se unió a la guerrilla de Martín Miguel Güemes. A la muerte de Güemes, se disolvió la guerrilla del norte y Juana se vio obligada a malvivir en la región de Salta. Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, Juana intentó sin éxito que el gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes. Murió en Jujuy a los 80 años en la más completa miseria y fue enterrada en una fosa común.
El 14 de julio de 2010 Juana fue ascendida al grado de general y se convirtió en la primera mujer en ingresar al Ejército argentino y que fuera parte de las luchas por la independencia.
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