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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Nora Cortiñas: Nuestra línea de expresión no debe desvirtuar toda la lucha?

Domingo, 01 de abril de 2012 21:26

Sigue cubriendo su cabello con un pañuelo blanco que lleva inscripto el nombre de su hijo. En el pecho, colgando de una cinta está la foto de Gustavo. Su hijo desapareció el 15 de abril de 1977 y desde entonces forma parte de Madres de Plaza Mayo-Línea Fundadora. Hoy a 35 años de su desaparición, su madre sigue reclamando saber dónde está. Durante una visita a Salta, dialogó con El Tribuno y destacó que el nuevo objetivo de Madres es buscar a los civiles que se hicieron millonarios, aprovechando los negociados de la dictadura. Con decepción, también cuestionó el rol de la Iglesia en el plan sistemático de robo de bebés y aseguró que todavía no se hacen cargo.
 

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Sigue cubriendo su cabello con un pañuelo blanco que lleva inscripto el nombre de su hijo. En el pecho, colgando de una cinta está la foto de Gustavo. Su hijo desapareció el 15 de abril de 1977 y desde entonces forma parte de Madres de Plaza Mayo-Línea Fundadora. Hoy a 35 años de su desaparición, su madre sigue reclamando saber dónde está. Durante una visita a Salta, dialogó con El Tribuno y destacó que el nuevo objetivo de Madres es buscar a los civiles que se hicieron millonarios, aprovechando los negociados de la dictadura. Con decepción, también cuestionó el rol de la Iglesia en el plan sistemático de robo de bebés y aseguró que todavía no se hacen cargo.
 

¿Este año el objetivo de la lucha de Madres fue ir detrás de quiénes se enriquecieron durante el proceso militar?

Cuando uno piensa en los crímenes del proceso debe ver que hubo una gran complicidad. Nofueron solo los militares. Acá hubo empresas que se hicieron millonarias. Y, después, que entregaron gente. El poder económico tuvo que ver en esa violación a los derechos humanos. Además, en lo que respecta la deuda externa, Madres está en contra. Por ejemplo, para la Guerra de Malvinas se pidieron millones de pesos, que no sirvió para la guerra sino que se la llevaron los militares y algunos civiles.


El proceso de desaparición de personas fue anterior a 1976...
 

Tenemos denuncias de hijos desaparecidos durante 1974 y 1975. Esto demuestra que este proceso se había iniciado antes de instalarse dentro de la Casa de Gobierno. Y ya fueron las desapariciones masivas y sistemáticas. La desaparición de personas es el crimen de crímenes. En el que, a la persona, se la priva absolutamente de todos sus derechos y este delito va más allá del tiempo y de sus familiares. Este delito siguen siendo permanente. No tiene perdón y no tiene olvido.
 

¿Cómo surge Madres?

En cada casa había un desaparecido y como madres salimos a las calles a buscarlos. Golpeamos las puertas de las comisarías, las puertas de la Iglesia, íbamos a todos los estamentos del Gobierno. Y fuimos conectándonos de una manera improvisada. Ibamos al Ministerio del Interior y ya había varias madres haciendo la cola. Ibamos a los cuarteles, a las cárceles y nos íbamos viendo. En una de esas reuniones, en la Vicaría de la Marina -donde habían puesto a un sacerdote con túnica y botas- dejábamos el nombre de nuestros hijos, en ese lugar una madre, Azucena Villaflor de Vicenti, dijo: “En vez de venir a esta oficina a escuchar barbaridades, porque no nos encontramos en la Plaza de Mayo”. Y dijimos “bueno el 30 de abril”. Yo no fui esa primera vez, Gustavo desapareció el 15 de abril. Días después me sumé y nos reunimos. Un día nos metimos en la Casa de Gobierno para preguntar qué pasó con nuestros hijos. Y bueno, ahí, cada una que iba haciendo las colas de las oficinas públicas nos comunicábamos y avisábamos que nos reuníamos. El movimiento creció porque cada vez la represión fue más fuerte.
 

¿Cómo empezaron a marchar?
 

En la plaza, a medida que crecía el grupo, nos hicieron circular. Porque había estado de sitio. Nosotras nos reuníamos y venía un policía y decía: “Circulen, circulen. Acá no se pueden quedar”. Por eso empezó la ronda que primero fue en el monumento de Belgrano y después fue alrededor de la Pirámide. Ahí creció la cantidad de madres. Decidimos que los padres no porque eran más vulnerables. Pero resulta que a finales de 1977, se llevaron a tres madres: Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Ballestrino y Mary Ponce. Antes del 77, cuando pasó esto, en el 76 fueron secuestradas y desaparecidas 6 madres de presos políticos. Las Madres como no hacían la gestión por uno sino por todos comenzaron a molestar.
 

¿Cómo ocurrió la separación de Madres?
 

Fue un momento muy difícil. Fue en el año 1986, y Hebe de Bonafini pensaba que todavía seguíamos en dictadura y no quería que se hagan la exhumaciones y ésta era una decisión muy personal de la familia del desaparecido. En cada hogar, por la creencia, la religión o por querer saber dónde estaban sus hijos se aceptó hacer la exhumación de los restos y con el grupo de forenses de la UBA se trató de identificar a los desaparecidos. También se negaba a la colocación de placas recordatorias, que lleváramos el nombre de nuestros hijos en el pañuelo, que lleváramos la fotos en el pecho y bueno... todo eso nos distanció. Además de la metodología y el lenguaje que ella quería usar que no eran los que nosotros aceptábamos. Las Madres somos madres y, por más que se hayan llevado a nuestros hijos por motivos políticos, debemos tener una línea de respeto y expresión que no desvirtúe toda la lucha.
 

Viendo todo lo que ocurrió en este tiempo y lo que pasó el último año con Bonafini, ¿usted agradece esa separación?
 

A lo mejor si hubiéramos estado todas juntas no hubiera pasado esto. Nos dolió, nos golpeó muy fuerte pero esperamos que se aclare algún día lo que pasó.
 

¿Cuál considera que fue el rol de la Iglesia durante la dictadura militar ?

Cuando fue el juicio a Christian Von Wernich se destaparon algunas situaciones en las que el mismo cura había estado presente en la entrega de un bebé de una desaparecida a una familia. Se denunció y bueno Von Wernich está preso pero la Iglesia no se hizo cargo.

También hubo otras denuncias...


Ahora también se conocieron otros manejos del obispo Bergoglio. Parecía que él era de los menos involucrados de la Iglesia; sin embargo, ahora se descubrió su actitud de apoyar la entrega de niños. Y esto se hizo gracias a la participación de algunas monjas, a las que los militares les llevaban los niños. Y ellas se ocupaban de repartirlos a las familias que los habían pedido. También lo hacían cobrando dinero. Y los militares buscaban que estos chicos no crezcan con “la idea subversiva”. Ahora se busca que se juzgue a los civiles que se llenaron de plata en esa época, e incluso queremos que se diga quiénes se quedaron con los bienes de los desaparecidos. Porque cuando los milicos se llevaban a alguien después volvían y se llevaban todos sus bienes. O los hacían firmar para que entreguen todo lo que tenían. Y después vendrán lo miembros de la Iglesia.
 

¿Qué opina de los juicios a los dictadores?
 

Hay que destacar que, con la llegada de la democracia, se pudo llevar a los culpables ante la Justicia. Lo lamentable es que ese mismo presidente, por presiones o lo que fuera, haya claudicado cuando mando los leyes de impunidad. Rescato que hubo un primer juicio, como diciendo “se puede” y que, desgraciadamente, cuando se llegó a las capas medias de los culpables, Alfonsín se asustó. No creo que por eso de la pacificación se dejaron los juicios de lado, sí creo que hubo un pacto. Y después de muchos años, cuando creíamos que no se iba a tener más un juicio, en 2003 se reabrió esta parte de la historia. Claro que también Néstor Kirchner llegó al poder con muy pocos votos y buscó con qué ganar adeptos. Entonces, la lucha por los desaparecidos y los derechos humanos pudo ganar espacio.
 

¿Qué cree que falta hacer para darle un cierre a estas causas, teniendo en cuenta que con el paso del tiempo los culpables y los familiares de las víctimas van falleciendo?
 

Hay un punto fundamental, que tiene que ser una decisión política y esa decisión es abrir los archivos. Es fundamental. Es el eje de todo esto. Hay que saber qué pasó con cada uno de los desaparecidos. Además, con esto se van a evitar delitos futuros. Ahí están los nombres de quiénes se llevaron a Julio López, por ejemplo. Porque los militares y la Iglesia no queman todo, como dijeron alguna vez. Por ejemplo, en La Plata se abrió un archivo -en forma medida- de la Policía de la provincia. Ahí están los nombres y listas de personas que incluso ahora son funcionarios.
 

¿Cree que en algún momento va a saber que pasó con su hijo?
 

Yo no me quiero morir sin saber qué pasó con mi hijo. Para mí puede haber monumentos, monolitos, homenajes. Todo está bien. Todo ayuda a la memoria, pero yo quiero saber qué pasó con mi hijo. Y con los 30 mil.
 

¿Todavía hay ocultamiento?

Hay ocultamiento. ¿Quién se llevó a Julio López? Son gente que seguía estando en el riñón de la represión. Y ahora siguen con el Proyecto X. Esto es preocupante. No fue negado por el Gobierno. Están acumulando información y eso es para algo. Hay que salir a decir que esto no lo queremos.

 

 



 

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