Con más del 50 por ciento de los jóvenes españoles desocupados, la Conferencia Episcopal Española invita a repensar las vocaciones religiosas que ofrecen estabilidad.
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Con más del 50 por ciento de los jóvenes españoles desocupados, la Conferencia Episcopal Española invita a repensar las vocaciones religiosas que ofrecen estabilidad.
“Yo no te prometo un gran sueldo, te prometo un trabajo fijo”. Esta es una de las frases de la innovadora campaña que ha lanzado la Conferencia Episcopal española para suscitar vocaciones sacerdotales.
Presenta así a la carrera sacerdotal como una alternativa a la crisis que ha llevado al cincuenta por ciento de los jóvenes al desempleo. Y la presenta también como una “vida apasionante”, que tampoco promete “grandes lujos”, pero sí una “riqueza eterna”.
El video con las ideas principales de la campaña fue estrenado en la web el 19 de marzo, el Día del Seminario y en solo dos jornadas obtuvo más de 100 mil visitas, que al día de hoy ya suman 170 mil.
En España, el número total de seminaristas en el curso actual de 2011-2012 es de 1.278, un número que creció aunque no de manera significativa, ya que en el curso previo eran 51 menos. De todas maneras, es un aumento que genera expectativas considerando que los últimos nueve años el número de seminaristas había ido cayendo.
Además, hubo menos abandonos pues de 277 nuevos ingresos hubo 90 abandonos, cuando el año pasado habían sido 245 ingresos y 124 abandonos en total.
De todas maneras, según ha expresado a la BBC Mundo el obispo y presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, Josep Angel Sáiz, este aumento nada tiene que ver con un trabajo fijo. “El sacerdocio no es una profesión, es una vocación. Esto ha sido iniciativa de Dios y es la persona humana la que desde su libertad da la respuesta a un compromiso para siempre, con renuncias y gozos”, dijo.
Sin embargo, la campaña ha llamado la atención con sacerdotes que explican lo que es y lo que no es la vida de vocación. Sobre todo por la primera frase que hace referencia a un trabajo estable, si bien el salario promedio de un sacerdote es de 900 dólares.
Algunas de las otras declaraciones son: “No te prometo la comprensión de los que te rodean, te prometo que sabrás que has hecho lo correcto; no te prometo una decisión fácil, te prometo que nunca te arrepentirás; no te prometo seguridades humanas, te prometo la certeza de que has sido elegido”.