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15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Reina la incertidumbre ante la próxima Cumbre

Lunes, 16 de abril de 2012 02:47

Un final tenso. El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que si EEUU y Canadá no rectifican y aceptan a Cuba en el proceso de las Cumbres de las Américas, la clausurada ayer en Cartagena “ha sido la última”, manifestó contundente.

La sexta cumbre continental concluyó ayer sin que fuera firmada una declaración final, sobre todo por la falta de consenso con relación a la inclusión de Cuba, que no participa en este proceso por la alegada falta de libertades democráticas en la isla.

Maduro destacó que “toda América Latina” se unió para exigir la presencia de Cuba en estas cumbres, pero que Estados Unidos y Canadá mantuvieron sus posiciones imperiales y se negaron a abrirle las puertas a la única nación excluida.

“Ha habido un consenso profundo en la región, se ha ratificado el apoyo y la hermandad con Cuba”, enfatizó Maduro, quien consideró que ese ha sido el hecho más importante de la cumbre.
El canciller venezolano reiteró además que los países de América Latina han comenzado “un proceso propio”, al margen de Estados Unidos y Canadá, en el que “sí se reconoce a Cuba como un hermano”.

Aludió así a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismo en el que no participan ni Estados Unidos ni Canadá, sobre el cual vaticinó que “hará sus propios caminos” al margen de las “pretendidas imposiciones imperiales”.

Maduro también recordó que este sábado la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) decidió, al concluir la primera jornada de la cumbre de Cartagena, que no asistirá a otras citas continentales sin la presencia de Cuba.

Según el canciller, esa posición sólo puede cambiar “si ellos (por Estados Unidos y Canadá) rectifican”.
La ALBA está formada por Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda, países con una población conjunta de 75 millones de habitantes.

De los países latinoamericanos que integran ese mecanismo, el único presidente que acudió a la cita de Cartagena fue el boliviano Evo Morales.

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Un final tenso. El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que si EEUU y Canadá no rectifican y aceptan a Cuba en el proceso de las Cumbres de las Américas, la clausurada ayer en Cartagena “ha sido la última”, manifestó contundente.

La sexta cumbre continental concluyó ayer sin que fuera firmada una declaración final, sobre todo por la falta de consenso con relación a la inclusión de Cuba, que no participa en este proceso por la alegada falta de libertades democráticas en la isla.

Maduro destacó que “toda América Latina” se unió para exigir la presencia de Cuba en estas cumbres, pero que Estados Unidos y Canadá mantuvieron sus posiciones imperiales y se negaron a abrirle las puertas a la única nación excluida.

“Ha habido un consenso profundo en la región, se ha ratificado el apoyo y la hermandad con Cuba”, enfatizó Maduro, quien consideró que ese ha sido el hecho más importante de la cumbre.
El canciller venezolano reiteró además que los países de América Latina han comenzado “un proceso propio”, al margen de Estados Unidos y Canadá, en el que “sí se reconoce a Cuba como un hermano”.

Aludió así a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismo en el que no participan ni Estados Unidos ni Canadá, sobre el cual vaticinó que “hará sus propios caminos” al margen de las “pretendidas imposiciones imperiales”.

Maduro también recordó que este sábado la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) decidió, al concluir la primera jornada de la cumbre de Cartagena, que no asistirá a otras citas continentales sin la presencia de Cuba.

Según el canciller, esa posición sólo puede cambiar “si ellos (por Estados Unidos y Canadá) rectifican”.
La ALBA está formada por Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda, países con una población conjunta de 75 millones de habitantes.

De los países latinoamericanos que integran ese mecanismo, el único presidente que acudió a la cita de Cartagena fue el boliviano Evo Morales.

Para Evo, faltó reflexión

El presidente boliviano, Evo Morales “no ha participado en la última fase, que es de reflexión sobre los puntos acordados y también aprobación de la declaración”, sostuvo Amanda Dávila, ministra de Comunicación.
Según Dávila, Morales comprende que Santos esté en una posición un poco conflictiva entre dos posiciones, por un lado la de Canadá y Estados Unidos, y por otra todo el apoyo de América Latina.

A su vez, el presidente de Bolivia rechazó la idea de legalizar las drogas y sostuvo que el modelo de combate al narcotráfico planteado desde 1971 por Estados Unidos fracasó.
“No somos defensores de la cocaína ni compartimos con la legalización de las drogas, aunque la llamada guerra a las drogas ha fracasado”, dijo Morales en rueda de prensa.

Morales planteó la necesidad imperiosa de reducir la demanda de los mercados consumidores de droga, particularmente de Estados Unidos.
Sostuvo que es crucial que los esfuerzos antinarcóticos de los países productores estén acompañados por políticas certeras para reducir la demanda.

De Fidel a Dilma

Pese a que su país no estuvo invitado, Cuba fue el centro de la discusión en la VI Cumbre de las Américas.
En este marco, el expresidente de Cuba, Fidel Castro, elogió a Dilma Rousseff y afirmó que cree que el mundo marcharía mejor si las mujeres se ocuparan de la política, en un nuevo artículo sobre la Cumbre de las Américas.

“Una vez más demostraron que las cosas en el mundo marcharían mejor si ellas (las mujeres) se ocuparan de los asuntos políticos. Tal vez habría menos guerra, aunque nadie puede estar seguro de eso”, escribe Castro en la última de sus reflexiones publicada ayer en los medios cubanos.

El líder cubano alaba a Dilma Rousseff y destacó su reclamo de que Estados Unidos mantenga relaciones de “igual a igual” con Brasil y con el resto de América Latina.
También subraya el análisis que hizo la presidenta de Brasil sobre la crisis económica y la reacción de la zona euro a través de una expansión monetaria que aprecia la moneda brasileña y afecta a la competitividad de la industria nacional.

A su juicio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “sabe que la economía de Brasil surge con impresionante fuerza que, asociada a las economías como las de Venezuela, Argentina, China, Rusia, Sudáfrica y otras de América Latina y el mundo, trazarían el futuro del desarrollo mundial”.

Y a Obama dedica también Castro varios comentarios en su artículo de ayer, donde dice que observó al presidente de Estados Unidos “pensativo y a veces bastante ausente”.

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