Muestras de material genético -un fémur, uñas, huesos craneanos y cabello- de la mujer hallada muerta en Cafayate el jueves fueron enviadas de urgencia ayer en un avión sanitario de la provincia, junto a material análogo proporcionado por los familiares de la diseñadora porteña desaparecida, María Cash, para que sean cotejados y se confirme si hay o no lazos sanguíneos entre ambos.
inicia sesión o regístrate.
Muestras de material genético -un fémur, uñas, huesos craneanos y cabello- de la mujer hallada muerta en Cafayate el jueves fueron enviadas de urgencia ayer en un avión sanitario de la provincia, junto a material análogo proporcionado por los familiares de la diseñadora porteña desaparecida, María Cash, para que sean cotejados y se confirme si hay o no lazos sanguíneos entre ambos.
Los análisis de referencia serán realizados por Daniel Corach, director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, existen indicios de que el cadáver hallado en la zona calchaquí no sería el de María Cash, de 29 años, vista por última vez en la autopista de acceso a Salta el 8 de julio del año pasado, ya que el equipo médico que le practicó la autopsia ayer habría establecido, una vez finalizado el primer día de tareas, en sesiones efectuadas de 8 a 13 y de 16.15 a 17.10, que los despojos pertenecerían a una persona al menos diez años menor, de no más de 18 años. Sin embargo, anoche corrió otra versión: que la muerta habría tenido entre 26 y 28 años, lo que acrecentaría los paralelismos con Cash.
Los profesionales -dos del Servicio Médico del Poder Judicial, dos de la Policía de la Provincia y uno del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) del Ministerio Público- determinaron -y en esto no hay dobles opciones-, que la persona hallada en el acceso norte de Cafayate, de cabello rubio, de aproximadamente 1,70 de estatura y de dentadura casi perfecta (solo descubrieron trabajo odontológico en una de sus piezas), no presentaba marcas de violencia corporales ni señales de haber sido violada.
Tampoco hallaron estragos propios de un disparo o una cuchillada, aunque hay un dato significativo: en torno del cuello de la víctima encontraron anudado el cordón de una de sus zapatillas, lo que podría interpretarse como un estrangulamiento, aunque aquello deberán establecerlo las investigaciones policiales.
El análisis realizado por los médicos ayer reveló que la chica nunca había dado a luz.
El juez del caso, Pablo Arancibia, recibirá el informe del grupo que encabezado el forense Benjamín Ruiz de los Llanos, el lunes.
Los demás integrantes del equipo que practicó la autopsia, fueron Ana María Vega, Carlos Eveling, Juan José Albornoz y el odontólogo Pablo Medina.
Ahora el desafío lo tienen la Policía y la Justicia, que deberán determinar quién es la joven y quién la ultimó.