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La reacción del Gobierno ante la serie de hechos

Sabado, 21 de abril de 2012 20:51

En repuesta a ello, el 17 de enero de 1975, el ERP copó Potrero de las Tablas, incendió la comisaría, robó una finca y asesinó a un peón “por colaborar con la policía y el ejército” (La Gaceta).

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En repuesta a ello, el 17 de enero de 1975, el ERP copó Potrero de las Tablas, incendió la comisaría, robó una finca y asesinó a un peón “por colaborar con la policía y el ejército” (La Gaceta).

Finalmente, el 5 de febrero, el Gobierno constitucional firmó un decreto ordenando al Comando General del Ejército “ejecutar las acciones necesarias para neutralizar y/o aniquilar el accionar guerrillero en la provincia de Tucumán”. Era el Operativo Independencia. Las hostilidades continuaron y los días 14 y 26 de febrero se volvieron a enfrentar Ejército y ERP.

El gran golpe

El 11 de mayo, la cúpula del ERP-PRT planificó un golpe espectacular: copar el Puesto del Comando Táctico del Operativo Independencia (V Brigada), en Famaillá. Sería el 29 de mayo, Día del Ejército y de la tradicional cena de camaradería de las FFAA, y donde hablaría la presidenta de la Nación.

Para ejecutar el plan se organizaron cuatro grupos de combate que debían juntarse en Famaillá, el 29 de mayo.

El 27 de mayo comenzó la marcha del ERP sobre Famaillá, previo encuentro en la finca Sorteis, a 18 km del objetivo. Según lo previsto, la finca fue ocupada y sus propietarios detenidos. Pero el diablo hace la olla y no la tapa. Un propio de la finca, rengo él, sorteó el cerco guerrillero y, cojo y todo, llevó la noticia a Famaillá. Por la fuga del “Rengo”, los “erpianos” levantaron bártulos y comenzaron a marchar para evitar un enfrentamiento prematuro que hiciera abortar el plan original. Iban en varios vehículos por caminos secundarios y, cuando llegaron a Manchalá, de golpe y porrazo se dieron con un Unimog militar estacionado frente a la escuela. Adentro, dos suboficiales y 9 soldados de la Compañía de Ingenieros 5 (salteños) reparaban el edificio.

Los del ERP, en lugar de seguir a Famaillá, quisieron sorprender a los soldados en una zona que era un hervidero de milicos. Iniciado el tiroteo, un jefe “erpiano” ordenó seguir viaje, pero un camión cayó en un pozo y la caravana quedó paralizada mientras las balas caían por doquier. El soldado de guardia, creo que el salteño Segura, recibió un tiro en una pierna y el combate se intensificó. En medio de los balazos, un milico hizo lo del “Rengo” de Sorteis, eludió el cerco y corrió hasta Famaillá.

El resto es fácil de imaginar. Cuando los refuerzos del ejército se acercaban a Manchalá, el ERP abandonó el lugar dejando documentos, armas, dos heridos y dos muertos. El plan había fracasado y el ERP sumaba un nuevo revés.

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