Hace solo una semana que el parlamento austríaco decidió solicitar la reapertura del caso Natascha Kampusch, la joven se hizo tristemente famosa por haber sido secuestrada y permanecido en cautiverio durante ocho años en un sótano. Los motivos de este pedido a la Justicia se basan en las sospechas que existen de que su captor, Wolfgang Priklopil, no actuó solo.
Incluso existe la posibilidad de que Priklopil no se haya suicidado, como se creía, sino que haya sido asesinado
La historia del secuestro siempre fue contada en primera persona por la víctima que logró escapar por sus propios medios, ya que la Policía fracasó en su búsqueda.
inicia sesión o regístrate.
Hace solo una semana que el parlamento austríaco decidió solicitar la reapertura del caso Natascha Kampusch, la joven se hizo tristemente famosa por haber sido secuestrada y permanecido en cautiverio durante ocho años en un sótano. Los motivos de este pedido a la Justicia se basan en las sospechas que existen de que su captor, Wolfgang Priklopil, no actuó solo.
Incluso existe la posibilidad de que Priklopil no se haya suicidado, como se creía, sino que haya sido asesinado
La historia del secuestro siempre fue contada en primera persona por la víctima que logró escapar por sus propios medios, ya que la Policía fracasó en su búsqueda.
El secuestro y las dudas
Natascha Kampusch fue capturada cuando se dirigía a la escuela, el 2 de marzo de 1998. En esos momentos tenía 10 años y su captor 36. La joven siempre sostuvo que Wolfgang Priklopil, había actuado solo y sin violencia. Sin embargo en el transcurso de la investigación no se tuvo en cuenta el testimonio de una niña de 12 años, cuyas iniciales de su nombre son R.I.A, quien dijo que vio con sus propios ojos cómo Natascha fue secuestrada la mañana del 2 de marzo y que se ha mantenido firme desde entonces en señalar que eran dos hombres en la escena del delito. Uno “se encargó de agarrar a la víctima mientras el otro esperaba al volante de una furgoneta blanca que arrancó de inmediato”. Como se puede ver se contradice con la versión de la propia Kampusch.
Natascha y Wolfgang
La vida de Natascha estuvo marcada por la tragedia. Cuando niña fue víctima de la violencia de sus padres que estaban divorciados. El padre era alcohólico y de vida disipada. Su madre, resentida y violenta, la golpeaba siempre. La niña trataba de luchar para sobrevivir en ese ambiente hostil, cuando fue secuestrada. Tal vez, este sea uno de los motivos que la transformaron en una“presa” vulnerable. Los psiquiatras que han abordado el tema han sostenido que este fue un secuestro planificado al menos con cinco años de antelación por parte de Priklopil, un electricista de 36 años, empleado de Siemens. El sujeto había decidido vivir solo y se fue de la casa materna para instalarse en una vivienda de Strasshof. Un compañero de trabajo recordó que a los 19 años, despreciaba a todas las mujeres por considerarlas “unas fulanas”. “No me interesan”, decía Priklopil según la versión de su ex compañero. “Quiero una mujer que se dé cuenta de cuándo quiero estar solo, que cocine bien, que se sienta satisfecha con ser simplemente un ama de casa, que sea físicamente guapa, pero que no considere que ser guapa es importante. Quiero una mujer que simplemente me apoye en todo lo que yo haga”, decía el sujeto. Por eso siempre se especuló que haber secuestrado a una niña, tenía que ver con el deseo de poder moldearla a su manera. Los primeros dos años del cautiverio, fueron terribles para la niña, ya que estaba encerrada en un sótano de cinco metros cuadrados. Luego la dejó subir a la casa, pero siempre atada y vigilada.
En los últimos años, tal vez cuando pensó que ya la había domesticado, la sacaba a pasear en su auto por la ciudad. Fue en esta etapa que la joven, aprovechando un descuido del hombre, huyó.
Ya adolescente era sometida a golpizas cuando desobedecía sus órdenes, la encerraba en la oscuridad, le pegaba con las rodillas en sus órganos genitales y no la alimentaba.
Después de su liberación por sus propios medios, ya que la Policía vienesa nunca pudo resolver el caso, fue sometida a diversos tratamientos en resguardo de su salud mental.
Paralelamente, los medios pasaron a ofrecer miles de euros para lograr que la joven contara en “exclusiva” los tormentos por los que había pasado.
Los secretos que solo ella conoce
Natascha, pese a su largo cautiverio es una persona instruida, que siempre demostró afecto por su secuestrador. Muchos hablaron del síndrome de Estocolmo, pero a ella le molesta esto. “Estuve secuestrada ocho años y luego todos, los investigadores y los medios, se metieron donde yo viví, vieron y revolvieron mis cosas íntimas”. Eso la decidió a comprar la casa donde estuvo secuestrada y si bien no vive en ella se ocupa de cuidarla, tal como si fuera un museo, contrariamente a lo que cualquiera podría pensar de la necesidad de borrar su pasado. Natascha sobrevivió y fue capaz de articular un relato de su vida en el sótano de Priklopil que fue volcado en un libro traducido a más de una decena de idiomas. Ahora, con sus 24 años se ha convertido en una escritora premiada y rica.
Hay muchas cosas que se desconocen de lo vivido por la joven ya que no hay quien cuente la otra parte de la historia. El suicidio del secuestrador todavía no ha podido ser explicado, salvo con aquello de que su vida perdió sentido al no estar con el objeto de su deseo.