Unos 160 internos de la Cárcel Federal ubicada en la ciudad de General Güemes, llevan a cabo una huelga de hambre, que ya lleva dos días, una mediada adoptada en protesta por la baja calidad de la comida consumida.
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Unos 160 internos de la Cárcel Federal ubicada en la ciudad de General Güemes, llevan a cabo una huelga de hambre, que ya lleva dos días, una mediada adoptada en protesta por la baja calidad de la comida consumida.
La huelga se concretó entre los días lunes y martes, lapso durante el cual no consumieron los alimentos recibidos ni agua caliente para los desayunos, y solo ingirieron agua. Según se pudo saber, el reclamo es por considerar que el pago que realiza la Nación por cada preso alojado, rondaría los $ 150, es mínima, por lo que sería abusivo el hecho de que la empresa contratada para la elaboración de los alimentos, solo les sirva ensaladas de lechuga.
La medida fue adoptada abarcó tres de los cuatro pabellones para varones, mientras que las mujeres estuvieron al margen de la huelga. Los presos que no se plegaron son los que están muy próximos a cumplir con la condena que le impuso la justicia. Esto fue para evitar sanciones que les perjudique la salida en libertad.
Desde el servicio penitenciario, hubo un total hermetismo sobre este tema, y optaron por no recibir a El Tribuno cuando fue en busca de una respuesta. También pudo saberse que por lo menos un interno tuvo que ser derivado al Hospital Joaquín Castellanos, debido a que la falta de consumo de alimentos afectó su salud.
El miércoles hubo un principio de solución, la calidad de los alimentos mejoró, sin embargo los presos estaban evaluando la posibilidad de regresar con la medida de protesta, reclamando una claridad en el pago de las horas trabajadas.
Cada interno realiza tareas dentro del penal, las cuales son pagadas por la Nación, existen justificadas sospechas de que les estarían abonando menos horas de las trabajadas, pero sin embargo, las facturas elevadas serían por el total de las jornadas laborales.
Si un preso trabaja 130 horas, el pago percibido será por 100, pero el personal del servicio estaría confeccionando una factura para la Nación por las 130. Estas sospechas, de un acto de corrupción, sería la principal causa de una segunda huelga de hambre.
Un tercer punto en cuestión está relacionado con la mala atención hacia los familiares que asisten a las visitas.