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Alejandro Gotkin: Meldorek era instrumento para hacer de caja a la Fundación de las Madres

Viernes, 18 de mayo de 2012 19:48

El presidente de la empresa Meldorek, Alejandro Gotkin, uno de los tres detenidos -junto a los hermanos Schoklender- como integrante de una asociación ilícita, confesó ante la Justicia la “operatoria” con cheques para desviar fondos públicos que ingresaban para el Plan Sueños Compartidos a los bolsillos de Sergio Schoklender. Además, habló de “reintegros” por metro para la Fundación Madres Plaza de Mayo, de la “vida alocada” del parricida y de empleados “indocumentados” con “temas pendientes con la Justicia”. Los datos se conocieron luego de que el portal de noticias Infobae.com tuviera acceso a la declaración del contador, quien estuvo ayer frente al juez Norberto Oyarbide.
El martes, el magistrado resolvió las detenciones de Sergio y Pablo Schoklender junto a Alejandro Gotkin, imputados de ser partícipes de una asociación ilícita, cometer administración fraudulenta y defraudar al Estado, para no “entorpecer” la investigación.
“Yo no era organizador de nada. Acataba órdenes, en todo caso, como presidente de Antártica y como presidente de Meldorek, ambas empresas eran instrumentos jurídicos para hacer de caja a la Fundación (Madre de Plaza de Mayo)”, declaró el contador, uno de los tres imputados por asociación ilícita.
La pesquisa que lidera Oyarbide y que se sustancia en la secretaria del doctor Carlos Leyva está a punto de cumplir un año, y a pesar de las críticas por no haber detenido antes a los sospechosos, ha logrado conseguir una cantidad importante de información y medidas de pruebas para imputar a los responsables como en su momento pidió la Cámara.
La gerencia de análisis de información del Banco Central y la División de Investigaciones Patrimoniales de la Policía Federal fueron auxiliares clave para la Justicia ya que aportaron durante estos meses la data financiera de una ingeniería compleja de desarmar. Sin las pruebas, el juez ni el fiscal Jorge Di Lello podrían avanzar con las imputaciones.
Hay que tener en cuenta que el Estado giró aproximadamente 750 millones de pesos a la fundación de Hebe de Bonafini. El objetivo era noble: hacer unidades habitaciones con paneles, y que contaban con las características que podían trasladarse. Sin lugar a dudas eran un éxito, incluso había un plan para exportar el modelo.
Para esta misión, Schoklender, que purgó en la cárcel de Caseros y Devoto por haber asesinado a sus padres, diseñó la constructora Meldorek y la prestadora de servicios Antártica. Las dos presididas por Gotkin pero en poder de Schoklender.
El 25 de mayo de 2011 toma estado público que Schoklender había dejado de trabajar en la fundación, que hacia tiempo que no era apoderado y que con su hermano protagonizó una pelea. Desde ese momento, el marido de Viviana Alonso empezó a decir en los medios de comunicación que él nunca firmaba nada, que era todo responsabilidad de Hebe, su exmadre, la que lo adoptó en los penales.

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El presidente de la empresa Meldorek, Alejandro Gotkin, uno de los tres detenidos -junto a los hermanos Schoklender- como integrante de una asociación ilícita, confesó ante la Justicia la “operatoria” con cheques para desviar fondos públicos que ingresaban para el Plan Sueños Compartidos a los bolsillos de Sergio Schoklender. Además, habló de “reintegros” por metro para la Fundación Madres Plaza de Mayo, de la “vida alocada” del parricida y de empleados “indocumentados” con “temas pendientes con la Justicia”. Los datos se conocieron luego de que el portal de noticias Infobae.com tuviera acceso a la declaración del contador, quien estuvo ayer frente al juez Norberto Oyarbide.
El martes, el magistrado resolvió las detenciones de Sergio y Pablo Schoklender junto a Alejandro Gotkin, imputados de ser partícipes de una asociación ilícita, cometer administración fraudulenta y defraudar al Estado, para no “entorpecer” la investigación.
“Yo no era organizador de nada. Acataba órdenes, en todo caso, como presidente de Antártica y como presidente de Meldorek, ambas empresas eran instrumentos jurídicos para hacer de caja a la Fundación (Madre de Plaza de Mayo)”, declaró el contador, uno de los tres imputados por asociación ilícita.
La pesquisa que lidera Oyarbide y que se sustancia en la secretaria del doctor Carlos Leyva está a punto de cumplir un año, y a pesar de las críticas por no haber detenido antes a los sospechosos, ha logrado conseguir una cantidad importante de información y medidas de pruebas para imputar a los responsables como en su momento pidió la Cámara.
La gerencia de análisis de información del Banco Central y la División de Investigaciones Patrimoniales de la Policía Federal fueron auxiliares clave para la Justicia ya que aportaron durante estos meses la data financiera de una ingeniería compleja de desarmar. Sin las pruebas, el juez ni el fiscal Jorge Di Lello podrían avanzar con las imputaciones.
Hay que tener en cuenta que el Estado giró aproximadamente 750 millones de pesos a la fundación de Hebe de Bonafini. El objetivo era noble: hacer unidades habitaciones con paneles, y que contaban con las características que podían trasladarse. Sin lugar a dudas eran un éxito, incluso había un plan para exportar el modelo.
Para esta misión, Schoklender, que purgó en la cárcel de Caseros y Devoto por haber asesinado a sus padres, diseñó la constructora Meldorek y la prestadora de servicios Antártica. Las dos presididas por Gotkin pero en poder de Schoklender.
El 25 de mayo de 2011 toma estado público que Schoklender había dejado de trabajar en la fundación, que hacia tiempo que no era apoderado y que con su hermano protagonizó una pelea. Desde ese momento, el marido de Viviana Alonso empezó a decir en los medios de comunicación que él nunca firmaba nada, que era todo responsabilidad de Hebe, su exmadre, la que lo adoptó en los penales.

La operatoria

En la declaración que Infobae.com accedió en exclusiva, Gotkin afirmó: “Muchísimas veces estaba en contra de las órdenes que se me impartían. Sobre todo en esta operatoria de hacer dinero de cheques. Yo sabía que estábamos cometiendo una falta. Pero lamentablemente la fundación requería de servicios míos a través de Antártica, un poquito de Meldorek y otras financieras que estaban dando vueltas, para hacerse de dinero en efectivo por varios motivos”.
“La operatoria era muy sencilla se metían cheques se depositaban en una cuenta en este caso de Antártica y a las 48 horas se devolvía el dinero porque la Fundación no podía disponer del dinero de sus cuentas en efectivos. Para hacerlo requería que Sergio o en su defecto Pablo vayan al banco y lo retiren por ventanilla”.
“Sergio no estaba disponible para ir al banco, cuestiones de seguridad, llevaba un ritmo de vida alocado. El banco no otorgaba pagos en efectivos por tratarse de una cuenta nueva. Resultaba más operativo, más cómodo recurrir a estos servicios de descuento de cheques para financiación”.

Sergio “impartía” las órdenes

“Por ejemplo: la fundación tenía casi seis mil empleados, muchos de los cuales me consta que no están registrados por infinidad de motivos, había gente que era indocumentada y tenía temas pendientes con la Justicia. Y muchísima gente no estaba bancarizada. Sergio Schoklender era quien impartía las órdenes o Pablo en todo caso, eran los dos apoderados, pero yo no tenía cargo operativo”.
“Yo me vinculo con Pablo a fines de enero de 2009. Me contacta una persona, Daniel Gillert, era compañero mío de la primaria. Me llama y me dice que voy a tener una entrevista con Pablo por trabajo. Me dijo que fuera a la entrevista que me iba a cambiar la vida”.
“Mis tareas no iban a tener que ver con la fundación sino con empresas vinculadas a Pablo como ser una imprenta, un restaurant, tres punto cuatro que era una consultora de imagen, para eso entré”.
“Después me comenta sobre la existencia de Antártica Argentina que era una empresa que había comprado el hermano. Esa empresa estaba a nombre de Sergio Schoklender y Patricia Alonso y se iba a ocupar de importar una máquina paneladora de China”.
“Yo terminé siendo presidente de Antártica, por eso renuncia y me dice que lo mejor era yo sea el presidente de Antártica. Esa paneladora nunca se compró. Se abrió la cuenta y se dejó en stand by y se utilizó para estas enteradas y salidas de cheques”.
“En la imputación se habla de la falsedad ideológica de un contrato para la construcción de casas móviles, yo no participé. A mi me trajeron el contrato. Hasta donde tengo conocimiento el contrato lo realizó un abogado de la fundación, Hugo Gallardo, junto con Sergio, que consistía en la elaboración de Meldorek de una cantidad de metros de casas móviles, que era el proyecto de Meldorek, la elaboración de casas industrializadas a granel”.

Fuente: Infobae.com
 

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