Una dura calificación británica. Tras la sorpresiva “emboscada” pública de la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, al canciller británico William Hague por la soberanía de las islas Malvinas, desde el Reino Unido ratificaron ayer el rechazo a negociar con Argentina y calificaron de “decepcionante” el incidente diplomático causado, según el Gobierno británico, por Castro.
La respuesta de Londres no abre las puertas a un futuro diálogo y encaminamiento a que el conflicto por el archipiélago se solucione por la vía diplomática.
“No tenemos nada nuevo que decir”, dijo contundente ayer el vocero de Gran Bretaña, dejando en claro que sin importar el planteo argentino la situación no cambiará en ningún sentido.
Cabe recordar que el lunes, la embajadora cuestionó a Hague sobre si Gran Bretaña le daría “una oportunidad a la paz” y si estaría “dispuesto a dialogar” sobre el conflicto. Hague, un tanto incómodo, interrumpió a la exlegisladora con un “gracias, suficiente” y reiteró que el Reino Unido respeta el derecho a la autodeterminación.
Ante esta situación el mismo vocero oficial profundizó sus conceptos y le contestó a Alicia Castro con relación al planteo público que la diplomática realizó. “Los habitantes de las Falklands (Malvinas) tienen el derecho a la autodeterminación y a elegir su propio futuro, no los argentinos”, afirmó el vocero diplomático. A su vez agregó: “En este asunto hay tres partes involucradas, pero no vamos a negociar la soberanía de las islas hasta que los isleños así lo deseen”, continuó el portavoz.
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Una dura calificación británica. Tras la sorpresiva “emboscada” pública de la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, al canciller británico William Hague por la soberanía de las islas Malvinas, desde el Reino Unido ratificaron ayer el rechazo a negociar con Argentina y calificaron de “decepcionante” el incidente diplomático causado, según el Gobierno británico, por Castro.
La respuesta de Londres no abre las puertas a un futuro diálogo y encaminamiento a que el conflicto por el archipiélago se solucione por la vía diplomática.
“No tenemos nada nuevo que decir”, dijo contundente ayer el vocero de Gran Bretaña, dejando en claro que sin importar el planteo argentino la situación no cambiará en ningún sentido.
Cabe recordar que el lunes, la embajadora cuestionó a Hague sobre si Gran Bretaña le daría “una oportunidad a la paz” y si estaría “dispuesto a dialogar” sobre el conflicto. Hague, un tanto incómodo, interrumpió a la exlegisladora con un “gracias, suficiente” y reiteró que el Reino Unido respeta el derecho a la autodeterminación.
Ante esta situación el mismo vocero oficial profundizó sus conceptos y le contestó a Alicia Castro con relación al planteo público que la diplomática realizó. “Los habitantes de las Falklands (Malvinas) tienen el derecho a la autodeterminación y a elegir su propio futuro, no los argentinos”, afirmó el vocero diplomático. A su vez agregó: “En este asunto hay tres partes involucradas, pero no vamos a negociar la soberanía de las islas hasta que los isleños así lo deseen”, continuó el portavoz.
La “dama de hierro” argentina
Tras la interrupción ocurrida en un acto en la mansión Lancaster House, en el que Hague presentaba un reporte anual sobre derechos humanos en Gran Bretaña y del que participaban periodistas, diplomáticos y otras personalidades, la noticia revolucionó a los medios ingleses ante el planteo de Castro.
Pero quien más lejos fue con su interpretación fue la redacción del periódico conservador inglés The Independent.
El medio de comunicación tituló su nota “Embajadora argentina en emboscada a Hague” y dijo que como Castro estaba vestida con un traje azul y cartera de cuero al tono, “se parece mucho a cierta primera ministra británica”, en alusión a la ex primer ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, más conocida como la “dama de hierro”.
“De ningún modo interrumpí”
La aclaración oficial. Tras las duras acusaciones británicas por la actitud de la embajadora argentina Alicia Castro, la diplomática justificó que su intervención “fue una oportunidad en un lugar solemne donde había diplomáticos y muchas organizaciones de derechos humanos” y sostuvo que “de ningún modo interrumpí al canciller, sino que mi participación fue pertinente en el momento en que Hague abrió la sesión a preguntas”.
En este sentido la funcionaria desmintió rotundamente haber interrumpido al canciller británico, hecho que desataría una nueva ola de violencia mediática entre ambos países.
En apoyo a sus declaraciones, miembros del Gobierno nacional y legisladores expresaron que respaldan a la embajadora Alicia Castro.
Hace una década, otro incidente
Hace una década Alicia Castro protagonizaba un resonante incidente en la Cámara Baja cuando se debatía la ley de quiebras reclamada por el FMI. En esa oportunidad, quien entonces representaba al Frente para el Cambio desató un escándalo al dejar una bandera norteamericana en el escritorio de la presidencia del cuerpo, lo cual motivó un pedido de sanción.
En esa oportunidad varios diputados se levantaron de sus bancas y comenzaron los insultos y los forcejeos, que finalizaron cuando el entonces diputado Eduardo Camaño formuló un pedido de desafuero.
Minutos antes, en uso de la palabra, Castro había cuestionado al Congreso Nacional al preguntarse “¿a quién representa este Parlamento, al pueblo soberano argentino o a los intereses norteamericanos que representa el FMI?”.
Entonces planteó que si los legisladores avalaban “los intereses foráneos se descolgara el pabellón nacional e izara la bandera norteamericana”, y blandió la insignia de los Estados Unidos ante la mirada atónita de sus pares, lo que desató un escándalo en el recinto de Diputados.