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CGT

Camino a la fractura, ningún sector hegemoniza la CGT

Sabado, 26 de mayo de 2012 22:39

La disputa por la conducción de la CGT está al rojo vivo y todo indica que marcha hacia la fractura. Moyano y quienes lo acompañan mantuvieron su convocatoria al Congreso de la central para el 12 de julio. Sus opositores, los independientes, los “gordos”, barrionuevistas y los ahora exmoyanistas no avalaron esta decisión y prometen “normalizar” la CGT, es decir conformar una central alternativa.

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La disputa por la conducción de la CGT está al rojo vivo y todo indica que marcha hacia la fractura. Moyano y quienes lo acompañan mantuvieron su convocatoria al Congreso de la central para el 12 de julio. Sus opositores, los independientes, los “gordos”, barrionuevistas y los ahora exmoyanistas no avalaron esta decisión y prometen “normalizar” la CGT, es decir conformar una central alternativa.

El jefe de la CGT ha ido perdiendo, poco a poco, el poder en la central obrera. Omar Viviani renunció a la conducción de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la plataforma política de Moyano dentro de la CGT, alejamiento con el que el taxista venía amagando desde hace tiempo. Pero además, Viviani logró arrastrar en su migración a otros exaliados de Moyano, como Roberto Fernández (UTA), Omar Suárez (marítimos), Horacio Ghillini (docentes privados) y Amadeo Genta (municipales), con los que creó el espacio Unidad Sindical. Sin embargo, hasta el momento no queda muy en claro lo de Genta, que conduce uno de los gremios con más afiliados y también participó de las reuniones organizadas por el camionero.

La feroz disputa que se desató en el interior de la central obrera es fogoneada por el Gobierno nacional, que desde hace tiempo está enemistado con Hugo Moyano. El Gobierno pretende impulsar un candidato, que sería el metalúrgico Antonio Caló, referente de los “independientes”. Pese a que los sectores antimoyanistas concuerdan en que el ciclo del líder camionero ha finalizado hasta el momento, no logran consensuar la conducción de la CGT, ahora disidente y próximamente oficialista, ya que sería bendecida por la cartera laboral y el Gobierno. Está en debate si otorgarle la dirección a un unicato o un triunvirato.

Esto también trae diferencias en el interior de los grupos ya conformados. La mitad de los “gordos” y el barrionuevismo apuestan a un triunvirato. También miran con “aprecio” esa posibilidad los exmoyanistas. La otra mitad de los “gordos” y los independientes quieren un unicato, un solo conductor. Esa discusión sigue en la mesa porque no logran ponerse de acuerdo. En esta porfía, el viejo ladero de Moyano, Omar Viviani es uno de los autopostulantes a la conducción de la CGT. Si bien es un dirigente reconocido, hay mucha desconfianza en su figura por los vaivenes. “Hoy está con uno y mañana con otro. Tiene la política del caimán”, dicen fuentes gremiales consultadas por El Tribuno. Lo real es que el movimiento obrero está cada vez más dividido.

Congresos “normalizadores”

En el “poroteo” de congresales, según fuentes gremiales, el moyanismo tiene entre un 35 y 37% de los congresales, mientras que los opositores cuentan con el 63 y 65% restante.

El moyanismo mantuvo su convocatoria para el 12 de julio. Los antimoyanistas no avalaron esta decisión y prometen “normalizar” la CGT. Según trascendió, este congreso tendría como fecha entre el 20 y 30 de junio. “Esto sería lo lógico, si no van a haber tiros”, afirman.

Por ahora se vislumbra que el líder camionero va a conducir la CGT disidente. Pero aquí es donde se abre uno de los tantos interrogantes. ¿Qué quiere hacer Moyano? ¿Se va a parar en la vereda del frente del Gobierno, buscándolo, o estratégicamente va a pegar y retroceder?

Es que resulta preciso reconocer las aspiraciones presidenciales que tiene Moyano. Pero cabe recordar que el sindicalista ha logrado un enorme crecimiento en función del poder que le dio este Gobierno.

Mientras, con todo en movimiento, con la interna pejotista de por medio, Hugo Moyano ensaya un acercamiento con el ahora díscolo (?) del kirchnerismo, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

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