“Se lo juro doctor, lo que hicimos fue de mutuo acuerdo”, dijo ayer ante el juez Pablo Arancibia el taxista José Jáuregui, acusado de haber violado a la joven suiza Jael Krummernacher en el asiento de atrás de su auto, el sábado pasado a eso de las 21.
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“Se lo juro doctor, lo que hicimos fue de mutuo acuerdo”, dijo ayer ante el juez Pablo Arancibia el taxista José Jáuregui, acusado de haber violado a la joven suiza Jael Krummernacher en el asiento de atrás de su auto, el sábado pasado a eso de las 21.
Jáuregui, quien estuvo prófugo de la Justicia durante 81 horas, casi cuatro días, fue atrapado por efectivos de la Brigada de Investigaciones ayer a las 12, en el puente que une los barrios Santa Lucía y Arenales con la villa San José, en la zona oeste de la ciudad.
Cuando fue capturado se desplazaba en un Chevrolet Corsa Classic, conducido por el secretario de su abogada, Patricia Gallardo, identificado solo con su apellido, Arce. En el vehículo iba también la letrada Miriam Mercedes Peloc, quien se hallaba en calidad de reemplazante de la defensora del chofer, ya que esta última se encontraba en Buenos Aires, aunque hoy se integrará a la asesoría del acusado.
A primeras horas de la mañana Peloc se reunió con el juez Arancibia y le entregó tres fotografías sacadas por Jáuregui con su teléfono celular, en las que figuran la denunciante y el imputado, que la defensa considera como pruebas invalorables que determinan la inocencia de su defendido, ya que se los vería sonrientes y besándose. Una vez detenido, el hombre fue trasladado a la Alcaidía Judicial, donde quedó alojado. Luego, a las 14, fue conducido ante el magistrado, quien le tomó declaración indagatoria durante una hora y 17 minutos, tras lo cual determinó que siguiera privado de su libertad.
Se espera que Jáuregui y Krummernacher sean careados esta misma mañana, aunque esto depende de la supuesta víctima