Más operaciones fraudulentas, declaraciones contradictorias y nuevos damnificados aparecen en un círculo generado por una asociación ilícita que vendió, al menos desde 2007, grandes fincas agrícolas y terrenos en el interior de la provincia.
A raíz de la denuncia de la empresa Quebrachales SA, se develó que las mismas personas involucradas en las transferencias irregulares de tierras en Anta, que operaron con falsas identidades y libros societarios apócrifos, desplegaron similares artimañas en Cafayate y en el departamento de Rivadavia.
La presentación judicial de Quebrachales SA, a cargo del abogado Fernando Acedo, sigue su curso en el Juzgado de Instrucción Formal de Octava Nominación de Salta.
En 2010 la firma había sido advertida, a través de un llamado anónimo, de que una banda estaba transfiriendo tierras de producción agrícola. De un día para otro las fincas La China, Pozo de Guayán y El Arenal, en Joaquín V. González, aparecieron con nuevos titulares en los registros de la Dirección de Inmuebles.
Para vender La China y Pozo de Guayán, una persona, con el nombre ficticio de Cristian Sánchez, se hizo pasar por el presidente de Quebrachales. De la investigación surgió que la fotografía del documento de identidad falso era idéntica al DNI apócrifo de Miguel Angel Díaz, quien también transfirió un terreno, matrícula 486, en Rivadavia. Los casos despertaron preocupación entre los productores del interior.
Acedo aportó: “Esta parte querellante pudo conocer que quien finge ser el presidente de Quebrachales SA y solicita la rúbrica de los libros en el Registro Público de Comercio, con la identidad falsa de Cristian Federico Sánchez, ya había concretado dos operaciones, con el nombre falso de Miguel Angel Díaz, en 2007”.
Detalló que el 27 de diciembre de ese año transfirieron el inmueble matrícula 1828, de Cafayate, que pertenecía a dos sociedades, a Víctor Ramón Ferreira. El 29 de junio del 2007 hicieron lo mismo con una finca de ocho mil hectáreas de Rivadavia. “Figura como vendedora una sociedad con domicilio legal en Buenos Aires”, apuntó.
Pese a la sucesión de hechos delictivos, la Justicia aún no pudo encontrar a la persona que firmó como Sánchez o Díaz y que sembró un escenario de datos inciertos junto a una red que opera en Salta.
“En ambas escrituras Miguel Angel Díaz indicó que su domicilio se ubica en calle Santiago del Estero 551, de esta ciudad. Eso es falso porque pertenecía a un residencial que ya no existe. Ambas escrituras se realizaron ante el escribano Sergio Juan Vélez”, remarcó Acedo.
El abogado destacó: “Esto demuestra que se trata de una organización con fines delictivos en la que aparecen siempre los mismos involucrados y que no se trata de una simple estafa o falsificación de instrumento público”.
También se lamentó ya que “hasta hoy la Justicia no logró que sean puestos a disposición los libros utilizados para los delitos”.
inicia sesión o regístrate.
Más operaciones fraudulentas, declaraciones contradictorias y nuevos damnificados aparecen en un círculo generado por una asociación ilícita que vendió, al menos desde 2007, grandes fincas agrícolas y terrenos en el interior de la provincia.
A raíz de la denuncia de la empresa Quebrachales SA, se develó que las mismas personas involucradas en las transferencias irregulares de tierras en Anta, que operaron con falsas identidades y libros societarios apócrifos, desplegaron similares artimañas en Cafayate y en el departamento de Rivadavia.
La presentación judicial de Quebrachales SA, a cargo del abogado Fernando Acedo, sigue su curso en el Juzgado de Instrucción Formal de Octava Nominación de Salta.
En 2010 la firma había sido advertida, a través de un llamado anónimo, de que una banda estaba transfiriendo tierras de producción agrícola. De un día para otro las fincas La China, Pozo de Guayán y El Arenal, en Joaquín V. González, aparecieron con nuevos titulares en los registros de la Dirección de Inmuebles.
Para vender La China y Pozo de Guayán, una persona, con el nombre ficticio de Cristian Sánchez, se hizo pasar por el presidente de Quebrachales. De la investigación surgió que la fotografía del documento de identidad falso era idéntica al DNI apócrifo de Miguel Angel Díaz, quien también transfirió un terreno, matrícula 486, en Rivadavia. Los casos despertaron preocupación entre los productores del interior.
Acedo aportó: “Esta parte querellante pudo conocer que quien finge ser el presidente de Quebrachales SA y solicita la rúbrica de los libros en el Registro Público de Comercio, con la identidad falsa de Cristian Federico Sánchez, ya había concretado dos operaciones, con el nombre falso de Miguel Angel Díaz, en 2007”.
Detalló que el 27 de diciembre de ese año transfirieron el inmueble matrícula 1828, de Cafayate, que pertenecía a dos sociedades, a Víctor Ramón Ferreira. El 29 de junio del 2007 hicieron lo mismo con una finca de ocho mil hectáreas de Rivadavia. “Figura como vendedora una sociedad con domicilio legal en Buenos Aires”, apuntó.
Pese a la sucesión de hechos delictivos, la Justicia aún no pudo encontrar a la persona que firmó como Sánchez o Díaz y que sembró un escenario de datos inciertos junto a una red que opera en Salta.
“En ambas escrituras Miguel Angel Díaz indicó que su domicilio se ubica en calle Santiago del Estero 551, de esta ciudad. Eso es falso porque pertenecía a un residencial que ya no existe. Ambas escrituras se realizaron ante el escribano Sergio Juan Vélez”, remarcó Acedo.
El abogado destacó: “Esto demuestra que se trata de una organización con fines delictivos en la que aparecen siempre los mismos involucrados y que no se trata de una simple estafa o falsificación de instrumento público”.
También se lamentó ya que “hasta hoy la Justicia no logró que sean puestos a disposición los libros utilizados para los delitos”.