Luego de un largo mutismo, tras su alejamiento de la función pública en 2009, Ricardo Jaime rompió el silencio. El cuestionado exsecretario de Transporte kirchnerista, quien es investigado en la Justicia por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta, y que además se halla procesado por el juez federal Claudio Bonadío en un expediente según el cual se lo encontró presuntamente responsable de haber recibido dádivas de empresarios, rechazó ayer cualquier hecho de corrupción durante su paso por la gestión pública y afirmó que no fue embargado por la Justicia por 40 millones de pesos, sino por 10 millones.
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Luego de un largo mutismo, tras su alejamiento de la función pública en 2009, Ricardo Jaime rompió el silencio. El cuestionado exsecretario de Transporte kirchnerista, quien es investigado en la Justicia por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta, y que además se halla procesado por el juez federal Claudio Bonadío en un expediente según el cual se lo encontró presuntamente responsable de haber recibido dádivas de empresarios, rechazó ayer cualquier hecho de corrupción durante su paso por la gestión pública y afirmó que no fue embargado por la Justicia por 40 millones de pesos, sino por 10 millones.
El máximo responsable de la política de transporte del país entre 2003 y 2009 -a quien muchos señalan como presunto testaferro del matrimonio presidencial- dijo que no posee ni tuvo aviones, yates ni mansiones y que “hemos presentado el informe (de los bienes) que está siendo analizado por los peritos de la Corte”.
Consultado sobre si su situación patrimonial mejoró con su paso por la función pública, contestó: “Si lo toma desde el punto de vista de lo que puedo tener, después de mi divorcio es evidente que no. La casa que tengo quedó para mi exmujer, está en los informes. Que la Justicia actúe”. Respecto del embargo que la Justicia aplicó sobre sus bienes, negó que ascendiera a 40 millones de pesos, tal como habían informado algunos medios de prensa en abril de 2010. “El requerimiento que hace el fiscal habla de una cifra absolutamente menor a esa. Ha sido contestado debidamente y ahora está en la Corte. De ahí se determinará que es totalmente falaz la cifra que se dio en su momento. El fiscal hace un requerimiento sobre diez millones de pesos”, explicó.
En ese orden, negó además que Néstor Otero, titular de la empresa Terminales de Buenos Aires (TEBA), se haya hecho cargo del alquiler de un departamento ubicado en la Avenida del Libertador: “En ningún momento nadie me ha pagado ningún alquiler”, manifestó.
El vínculo con los Cirigliano
Ricardo Jaime y el empresario Claudio Cirigliano están unidos por dos causas judiciales. La primera es la tragedia de Once, ya que Cirigliano es directivo de la empresa TBA (Trenes de Buenos Aires). Y la segunda una causa por dádivas, ya que el empresario le pagaba al exsecretario de Transporte viajes en taxis aéreos.
Los bienes que están en la mira de la Justicia
Con duras críticas al juez federal Norberto Oyarbide, el fiscal Germán Moldes pidió días atrás que el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime y sus familiares cercanos sean citados a declarar en indagatoria por el delito de enriquecimiento ilícito.
El exfuncionario no fue convocado por Oyarbide a pesar de los reiterados pedidos del fiscal del caso, Carlos Rívolo, quien determinó que el círculo familiar y de negocios de Jaime adquirió bienes por $12.000.000, que no pueden justificar. Rívolo hizo un estudio de los bienes comprados por los familiares de Jaime y supuestos testaferros, y concluyó que esas adquisiciones se hicieron en virtud del cargo que el exfuncionario tuvo desde 2003 a 2009. Con un ingreso mensual cercano a los $10.000, Jaime tuvo un nivel de vida muy superior. Su hermano Daniel, sus hijas Julieta, Romina y Gimena, quien era su esposa Silvia Reyss, las hijas de ella: Romina y Agostina Jayo, e inclusive su exsuegra María Filomena Pfaffen son considerados testaferros porque compraron bienes que no pueden justificar.
Entre ellos, destacan los siguientes:
- un avión Lear Jet valuado en 4 millones de dólares;
- un yate, cuyo valor aproximado es de 1,4 millones de dólares;
- ocho inmuebles (cuatro de ellos ubicados en el country Cuatro Hojas de Mendiolaza, Córdoba). También posee un departamento en la Avenida del Libertador al 600;
- cuatro autos (entre ellos un Honda Fit y dos Volkswagen: un Passat y una Tiguan) y dos motos BMW;
- y una radio en Córdoba.
Pidió que “dejen actuar a la Justicia”
En el marco de otra causa judicial que también lo tiene como protagonista, el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime volvió a negar ayer su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, y pidió que se deje “actuar a la Justicia” para determinar los culpables.
El exfuncionario aseguró que en el área que tuvo a su cargo “se hicieron inversiones como nunca” desde 2003, cuando comenzó el gobierno kirchnerista, y sostuvo que “hablar sobre una tragedia no me compete a mí: tiene que hablar la Justicia”.
Consultado por los medios sobre si se sentía responsable por el siniestro ocurrido el 22 de febrero, que causó 51 muertos y 703 heridos, Jaime respondió: “No. En el 2003, cuando asumimos, el sistema ferroviario argentino -no solo las líneas del área metropolitana sino las de todo el país- estaba totalmente destrozado, sin inversiones”.
Más tarde, insistió: “No siento que tenga responsabilidad sobre este accidente”.
“Se hicieron inversiones como nunca en la historia del ferrocarril argentino. Eso no significa que sean todas, se tiene que seguir invirtiendo. Hablar sobre una tragedia no me compete a mí. Tiene que actuar la Justicia y determinar si esa tragedia es motivo de falta de inversiones o no. Para eso hay que dejar actuar a la Justicia”, continuó Jaime.
Según el exfuncionario kirchnerista, “los controles sobre las inversiones se hacían, se exigían. Lo que hay que determinar es por qué se provocó la tragedia”.