Al menos 41 talibanes murieron en operaciones de fuerzas de la OTAN y afganas llevadas a cabo en las últimas horas en Afganistán, ocho de ellos ayer, según informaron fuentes oficiales en la zona.
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Al menos 41 talibanes murieron en operaciones de fuerzas de la OTAN y afganas llevadas a cabo en las últimas horas en Afganistán, ocho de ellos ayer, según informaron fuentes oficiales en la zona.
Ocho insurgentes perdieron la vida ayer por un bombardeo de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF, dependiente de la OTAN) en la provincia de Nangarhar, en el este del país, dijo a Efe el portavoz del Gobierno provincial, Ahmadz Zia Abdul Zai.
El portavoz precisó que los muertos formaban parte de un comando especializado en colocar bombas en los caminos en la región.
Según un comunicado del Ministerio afgano de Interior, otros 33 talibanes fueron abatidos por tropas conjuntas afganas e internacionales en operaciones ejecutadas en las provincias de Kabul, Laghman, Parwan, Helmand, Urzgan y Farah.
En los combates resultaron heridos seis insurgentes y nueve fueron detenidos, se indica en el comunicado repartido ayer a la prensa.
La violencia ha recrudecido en Afganistán desde el inicio -hace casi un año- de la retirada de las fuerzas de la OTAN, en un proceso que debe concluir en 2014, cuando el Ejército afgano se hará con el control de la seguridad en todo el país, según el plan previsto. Por lo pronto, las fuerzas locales tienen el control de todas las cabeceras provinciales, aunque eso no impide operaciones violentas.