El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) se impuso ayer en el Gran Premio de Canadá tras una espectacular remontada a ritmo vertiginoso que lo llevó en las últimas 20 vueltas de carrera a recortar tiempo constantemente a sus rivales, pasando del tercer lugar a imponerse con claridad sobre el francés Romain Grosjean (Lotus) y el mexicano Sergio Pérez (Sauber). Con este triunfo se ubicó en el primer puesto de las posiciones con 88 puntos, aventajando por dos al español Fernando Alonso (Ferrari).
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El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) se impuso ayer en el Gran Premio de Canadá tras una espectacular remontada a ritmo vertiginoso que lo llevó en las últimas 20 vueltas de carrera a recortar tiempo constantemente a sus rivales, pasando del tercer lugar a imponerse con claridad sobre el francés Romain Grosjean (Lotus) y el mexicano Sergio Pérez (Sauber). Con este triunfo se ubicó en el primer puesto de las posiciones con 88 puntos, aventajando por dos al español Fernando Alonso (Ferrari).
El inicio de la carrera sorprendió por la limpieza y escasa variación de posiciones, manteniéndose el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) en cabeza sin problemas por delante de Hamilton (McLaren-Mercedes) y Alonso, a los que seguían de cerca Webber (Red Bull), Rosberg (Mercedes) y Felipe Massa (Ferrari), exactamente los mismos puestos que ocuparon en las clasificaciones del sábado.
Con Lewis Hamilton cada vez más distanciado respecto a sus rivales, la pugna más interesante se centraba en el acreedor del cuarto puesto, con Raikkonen (Lotus), Sergio Pérez (Sauber) y Webber (Red Bull) como protagonistas con ligera ventaja para el finés. Mientras, Hamilton marcaba la vuelta rápida de carrera en el giro 34 poniendo aún más ventaja sobre sus perseguidores. Pero, en un momento puntual la estrategia de su equipo sembró las dudas ante la distancia que se abrió sobre Alonso y Vettel, que apostaron a mantenerse en pista para retrasar lo más posible su segunda entrada al “pit lane”.
La estrategia de las principales escuderías marcó el devenir de una carrera cuyo final se hizo cada vez más previsible ante el meteórico ascenso de Hamilton, mientras Alonso pagaba la inepta estrategia de Ferrari.
El zarpazo final
A falta de 20 vueltas Lewis Hamilton se encontraba tercero por delante de Webber, a casi catorce segundos de Vettel y a diecisiete de Alonso. A partir de ahí, el inglés marcó un ritmo infernal que le permitió limar las diferencias respecto a sus contrincantes a ritmo de más de un segundo por vuelta.
Tras superar a Vettel, Hamilton hizo lo propio con Fernando Alonso a seis vueltas del final para pasar al asturiano, asegurando una victoria más cómoda de lo esperado en la que el francés Romain Grosjean (Lotus) y el mexicano Sergio Pérez (Sauber) le acompañaron en el podio, un triunfo que permite al piloto de McLaren tomar el liderazgo del Mundial en solitario.
Ferrari se equivocó en la estrategia final de la carrera, un hecho que pagó Alonso ya que no pudo conservar la punta de la carrera que ostentó durante gran parte de la jornada al encontrarse muy desgastados sus neumáticos, pasando del primer lugar a falta de seis vueltas al quinto puesto tras un Vettel (Red Bull) que marcó la vuelta rápida en carrera en la última vuelta, perdiendo Alonso por dos puntos el liderato del Mundial en favor de Hamilton.
Finalmente, por primera vez en la historia de la Fórmula 1 hubo siete ganadores diferentes en las siete primeras carreras.