¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
3 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Indigentes: viven en la calle, duermen en refugios y necesitan abrigo

Martes, 12 de junio de 2012 10:36

El Tribuno acompañó a efectivos del 9-1-1, la madrugada del sábado, en una recorrida por las calles de la ciudad.

Quienes pasan junto a ellos ni se dan cuenta de que existen. Buscan refugio en cada uno de los rincones de la ciudad, en donde su invisibilidad los protege.
Adentro de casillas de gas, en los umbrales de los negocios, en autos abandonados o en bancos de plazas, viven sin otro objetivo que llegar al día siguiente.
Son tan huidizos que nadie sabe dar el número exacto de cuántos habitan en la capital. Y cuando son atendidos por cualquier ente oficial, se descubre que muy pocos de ellos tienen papeles que certifiquen sus identidades.
Desde el 7 de mayo pasado, la Policía de la Provincia volvió a implementar el Operativo Abrigo, que busca dar cobijo a quienes, por una diversidad de razones, viven en la calle.
 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El Tribuno acompañó a efectivos del 9-1-1, la madrugada del sábado, en una recorrida por las calles de la ciudad.

Quienes pasan junto a ellos ni se dan cuenta de que existen. Buscan refugio en cada uno de los rincones de la ciudad, en donde su invisibilidad los protege.
Adentro de casillas de gas, en los umbrales de los negocios, en autos abandonados o en bancos de plazas, viven sin otro objetivo que llegar al día siguiente.
Son tan huidizos que nadie sabe dar el número exacto de cuántos habitan en la capital. Y cuando son atendidos por cualquier ente oficial, se descubre que muy pocos de ellos tienen papeles que certifiquen sus identidades.
Desde el 7 de mayo pasado, la Policía de la Provincia volvió a implementar el Operativo Abrigo, que busca dar cobijo a quienes, por una diversidad de razones, viven en la calle.
 

Con este fin se habilitaron 15 camas en la comisaría de Castañares y 10 más en Villa Palacios, donde se alojaron desde entonces más de 200 personas.
Implementado ininterrumpidamente desde 1993, el Operativo Abrigo es llevado a cabo actualmente por el sistema de emergencias 9-1-1, que actúa únicamente cuando recibe denuncias del público acerca de indigentes en situación de peligro. Cuando esto sucede, un móvil policial se dirige hacia el punto denunciado y una vez allí se invita a la persona en riesgo a pasar la noche en una de las comisarías preparadas para ese fin.
 

Pasar la noche

Apenas se anunció el fin de semana más frío en lo que va del año, el país entero sintió la ola polar que el viernes por la noche bajó el mercurio de los termómetros a los tres grados bajo cero en Salta.
En una noche fueron varias las llamadas que se recibieron solicitando ayuda para los indigentes de las calles. La oficial María Chávez, responsable del 9-1-1 para la zona centro, señaló que el mecanismo del Operativo Abrigo se pone en marcha únicamente ante denuncias de los ciudadanos.
La Policía, a través del servicio de emergencias, es el único ente oficial que se encarga de la situación de los indigentes callejeros. “Nosotros no podemos obligar a estas personas a que sean alojados por el operativo. Los invitamos señalándole el peligro que existe si se quedan en la calle bajo temperaturas bajo cero. Pero aún así, no todos acceden”, explicó a El Tribuno.
Chávez señaló que “hay mucha gente que no quiere dejar los lugarcitos que han encontrado para resguardarse, por miedo a que otro indigente se los arrebate. O se quedan para cuidar las mínimas pertenencias que dejan ahí, trapos, botellas. O directamente están tan acostumbrados a vivir de esa manera, que prefieren seguir como todas las noches, aunque las temperaturas sean un verdadero peligro, ya no les importa”.
 

Varias muertes de indigentes

Desde principios de este año en la ciudad de Salta se registraron varios indigentes muertos en las calles. Estas muertes se suman a índices que -sin embargo- nadie tiene en cuenta.
El caso más significativo, por su invisibilidad, fue la desaparición de Ramón Vilte, un jubilado ferroviario que perdió la vida el 25 de abril en la plaza Gurruchaga. Fue el mismo día del suceso que conmocionó a la opinión pública salteña cuando el perro callejero Dardo mordió un cohete que había sido arrojado por estudiantes secundarios en la plaza 9 de Julio.
Ex ferroviario, Vilte había elegido a esa plaza como residencia. Pero su muerte pasó inadvertida por el incidente con el perro callejero Dardo.
María Chávez explicó: “No tenemos un número acerca de cuánta gente hay en la calle. No está en nuestras atribuciones tampoco llevar un censo. Nosotros, cuando llevamos una persona dentro del Operativo Abrigo, debemos hacerlos revisar con el médico oficial para que constante cuál es el estado físico con el que ingresa a las comisarías preparadas para recibirlos”.
“Esta es la única atención que recibe. Si el médico lo considera necesario, trasladamos a esa persona al hospital San Bernardo o a alguna salita que cuente con un servicio nocturno para que le hagan curaciones”, manifestó.

 Una familia muy normal

El móvil del 9-1-1 responde a otra llamada y recorre las inmediaciones del parque San Martín. “Aquí se vienen a quedar muchos indigentes por las noches. Este es su hogar”, explicó un oficial.
Junto a un respiradero cloacal de Catamarca y Mendoza, un bulto delata a un grupo de personas que busca cobijarse entre sí. Son tres varones y una mujer, todos rodeados de perros que sirven de foco de calor para los indigentes. Cuando son advertidos por los policías sobre las bajas temperaturas, dos se niegan a seguirlos. La mujer y un muchacho, con evidente retraso madurativo, se suman al mecanismo del operativo. La mujer declaró haberse accidentado y, rengueando, se subió al móvil.
Desde ahí son conducidos hacia la Central de Policía, donde fueron atendidos por los médicos oficiales. Una vez allí, el médico propuso que la mujer sea atendida en algún hospital.
“La mayoría presenta el mismo cuadro de escoriaciones y golpes múltiples. Algunos tienen heridas mal curadas y una alimentación muy deficiente. Pero, casi la totalidad sufre alcoholismo o problemas psiquiátricos; lo único que podemos hacer es derivarlos. Es la Policía la única que se encarga de ellos. Incluso la Cooperativa Policial dona colchas, comida y remedios para que los atiendan. No conozco ningún otro programa del Estado que tenga en cuenta al indigente callejero”, comentó el médico oficial a este diario.
 

La mujer que fue llevada del parque explicó que no está en la calle desde hace mucho. “Mi marido me ha echado de la casa. El ahora tiene otra. Cuando voy a la casa, me hacen lavar la ropa de ellos y yo ya no quiero vivir así. Prefiero estar con ellos (por los otros indigentes) que me cuidan y me quieren. A la casa no voy a volver nunca”, dijo, antes de ser llevada hasta una salita de la periferia, la única que esa noche tenía personal médico dispuesto para su atención. “¿Y mañana? No sé. Ya voy a ver. Voy a ir pedir comida desde temprano. A veces como en la Iglesia o en lo que me deja la parrilla que hay en la Virrey Toledo”, confesó y agregó: “Ahí hay un cocinero que siempre me da cosas para comer. El me dice: ‘No andes en la calle, vos sos mujer y es peligroso’, pero yo no voy a dejarlos a ellos que están en la calle. Porque son mi verdadera familia”, dice la mujer.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD