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Bossio vs. la Corte, una pelea con los jubilados de fondo

Sabado, 16 de junio de 2012 23:34

Desde su llegada a la Anses, Bossio puede exhibir una serie de logros que le han dado fama de eficiente.

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Desde su llegada a la Anses, Bossio puede exhibir una serie de logros que le han dado fama de eficiente.

Diego Bossio, el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), vivió una semana particularmente agitada. El martes tuvo la responsabilidad de anunciar públicamente -escoltado por la Presidenta- la apuesta más fuerte del Gobierno nacional para enfrentar el parate de la economía y la caída de su imagen en las encuestas: la línea de créditos hipotecarios financiados con fondos de los jubilados, que las autoridades decidieron llamar pomposamente Programa Crédito Argentina (Procrear) del Bicentenario para la vivienda única familiar.

La respuesta de la sociedad a los créditos fue impresionante. En los dos días posteriores al lanzamiento, más de 600.000 personas habían buscado información sobre el tema en la página web oficial de la Anses, y alrededor de 300.000 en todo el país se anotaron para acceder a los préstamos.

Una cachetada

Pero cuando la euforia alcanzaba su punto más alto, la Corte Suprema de Justicia volvió violentamente a Bossio a la realidad. En un documento firmado por seis de sus siete miembros -incluido el ultrakirchnerista Raúl Zaffaroni-, el máximo tribunal de Justicia le exigió a Bossio que en el plazo de 30 días le presente un informe exhaustivo sobre el uso que hace el organismo a su cargo de los fondos de los jubilados.

Además de detallar los ingresos previstos y los compromisos ineludibles para este año y el que viene, el titular de la Anses deberá precisar una serie de datos que incomodan al Gobierno, pero que para los jueces son de fondo para resolver la crisis previsional. Entre ellos, aparecen la cantidad de juicios en trámite en los que los jubilados reclaman un ajuste de la prestación, y sobre todo la cantidad de sentencias de reajuste que el organismo aún debe y se demora en pagar (o directamente no lo hace), aunque la plata le alcanza al organismo para otorgar 100.000 créditos hipotecarios a tasas subsidiadas.

Enfrascados en la difusión de la línea de créditos hipotecarios, tanto en el Gobierno como en la Anses, el pedido de la Corte cayó como un baldazo de agua fría. En el oficialismo temen que la información que se brinde pueda desembocar en una resolución que obligue al Gobierno a revisar su política de uso casi discrecional de los fondos de la Anses para financiar tanto el funcionamiento del Estado como programas que no tienen nada que ver con sus fines, como la compra de tres millones de netbooks para entregar a estudiantes secundarios o créditos para financiar la compra de autos cero kilómetro.

Cualquiera sea la decisión del tribunal, se da por descontado que tendrá serias consecuencias políticas. Para “abrir el paraguas”, Bossio salió a aclarar ayer que este año se pagaron más sentencias judiciales que en los años anteriores. Y para que los jueces no se ilusionen con que el organismo eche mano al fondo de garantía de sustentabilidad del sistema previsional para pagar sentencias, explicó que ese dinero solo podrá usarse cuando los números de la Anses entren “en rojo”, lo que todavía no ha ocurrido. “Esa es plata de todos los argentinos”, advirtió.

Pruebas de eficiencia

Por lo pronto, desde su desembarco en la Anses, Bossio puede exhibir una serie de logros que dentro del Gobierno le han dado fama de eficiente. Cuando en julio de 2009 llegó al cargo en reemplazo de Amado Boudou -que por entonces había sido promovido a ministro de Economía-, Bossio no tuvo mucho tiempo para acomodarse. Tres meses más tarde, el Gobierno nacional lanzó la asignación universal por hijo, un subsidio que se paga a los trabajadores desocupados o en negro por cada hijo menor de 18 años.

El anuncio generó una enorme expectativa social y obligó al organismo a llevar adelante un despliegue descomunal de recursos técnicos y humanos para atender la demanda. En un par de meses, sin embargo, todo estuvo operativo y hoy el beneficio alcanza a 3.6 millones de niños en todo el país. En mayo de 2011, la asignación se extendió a las desocupadas embarazadas a partir de las 12 semanas de gestación.

Cuando todavía no había cumplido su primer año en la Anses le tocó enfrentar un segundo desafío. Con fondos del organismo, el Gobierno creó el programa Conectar igualdad, que hasta fines del año próximo prevé entregar tres millones de netbooks a estudiantes del nivel secundario. Definido como una “política de inclusión digital”, el plan tuvo muchos problemas y demoras en su implementación, y aún genera quejas de los miles de chicos y chicas que quedaron y quedarán fuera de la distribución de los equipos.

Ya más afianzado, en 2011 a Bossio también le tocó hacer efectiva la decisión de la Casa Rosada de incluir a representantes del Estado en los directorios de las 42 empresas de la Bolsa de Buenos Aires, en las que la Anses posee una participación accionaria significativa, heredadas de la estatización de las AFJP.

Esta medida generó reacciones diferentes en las empresas, aunque el caso más complejo se vivió con Siderar, que llegó hasta la Justicia para impugnar a los directores del Estado, a los que finalmente debió admitir.

Fuente de financiamiento

Por otra parte, durante la gestión de Bossio, la Anses se consolidó como una de las principales fuentes de financiamiento del Estado Nacional, junto con el Banco Central.

Desde la creación del fondo de garantía de sustentabilidad en 2009, la participación de las emisiones de deuda del Gobierno nacional fue ganando peso en las “inversiones” de la Anses. Desde algo más del 50% que los bonos representaban en aquella época, se pasó a casi el 58% en el último informe oficial, publicado en diciembre de 2011. Pero además, a través de la figura del “financiamiento de proyectos productivos o de infraestructura”, la Anses le prestó plata al Gobierno para encarar obras clave, como por ejemplo la central nuclear de Atucha II.

Los créditos hipotecarios del Procrear son un nuevo capítulo en esta estrategia de echar mano a la Anses para financiar políticas públicas. La Corte, al parecer, quiere poner fin a esta historia. Eso convierte a Bossio en el responsable de enfrentarla. ¿Podrá?

 

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